Rafael Monje

DE SIETE EN SIETE

Rafael Monje

Periodista


El CES apunta en la dirección correcta

10/07/2022

El pasado 30 de junio el Pleno del Consejo Económico y Social de Castilla y León (CES ) aprobó por unanimidad el Informe anual sobre la 'Situación Económica y Social de Castilla y León en 2021'. Un documento, basado en datos oficiales, que plasma con todo detalle los aspectos de la economía regional, el mercado laboral, la calidad de vida y la protección social, y que, dada la peculiaridad de los momentos en los que estamos, ofrece este año 686 recomendaciones consensuadas sobre todas las cuestiones estudiadas con absoluto rigor.

No sólo porque así lo haya expresado el presidente del CES, Enrique Cabero, durante la presentación, lo cierto es que este exhaustivo informe es el más relevante e importante sobre la situación económica y social de la Comunidad Autónoma, que se elabora desde una óptica técnica y, especialmente, desde una perspectiva participativa.

El documento no rehúye de los aspectos de mayor interés para el interés regional y de ahí la apelación que realiza el CES a la necesidad de potenciar el Diálogo Social como elemento de cohesión. De hecho, está elaborado por las diferentes comisiones permanentes de trabajo y diagnostica las tres divisiones temáticas como son la economía, el mercado laboral y calidad de vida y protección social.

Este arco tan diverso de organizaciones que conforman el CES y que, por suerte, consiguen unificar sus criterios para la elaboración del dossier otorgan una credibilidad incuestionable a un documento básico para entender la realidad autonómica. Pero lo trascendente es, además, que este informe sobrepasa la teoría y el simple análisis estadístico para lanzar una serie de recomendaciones objetivas encaminadas a encontrar una salida a la situación tan difícil por la que atravesamos en un escenario económico y social convulso y que, por motivos globales, tiende a empeorar en otoño.

Del extracto de estos consejos, junto a la llamada al Diálogo Social, el informe incide en elementos claves como son la necesidad imperiosa de potenciar y fomentar la producción y la actividad económica en todos los sectores industriales y, en concreto, en el agroalimentario y en el de las energías renovables, que cuenta con grandes posibilidades en este territorio. A ello se suma igualmente la apuesta por la creación de conocimiento con el necesario apoyo institucional para trasladarlo después al ámbito económico y productivo, aprovechando las oportunidades y capacidades que ofrece el sector servicios con el ánimo de seguir su transformación y crecimiento.

Otra materia en la que hay que hacer grandes cambios es en la logística y el transporte dados los desajustes producidos por la pandemia y, para ello, la gran oportunidad tiene nombre y apellidos: el Corredor Atlántico a través de Castilla y León.

En cualquier caso, y recogiendo las propias palabras del dirigente del CES, el informe presenta una perspectiva optimista, pero exigente, de las potencialidades que atesora Castilla y León. Eso sí, siendo necesario que se adopten grandes acuerdos sociales y políticos, con la obligación de contener las tensiones inflacionistas y una correcta utilización de los fondos procedentes de Europa para esa deseada transformación, sin olvidar el gran esfuerzo que debemos intensificar si queremos reducir la exclusión social.

Sin duda, estamos ante un trabajo potente y concienzudo, tanto en contenidos como en recomendaciones para llevar a cabo la transmutación imprescindible en todos los ámbitos para adaptarse a las exigencias de esta nueva era.

Un documento que debería ser de obligada lectura por parte de autoridades, responsables públicos y de organizaciones de todo tipo, fomentando su conocimiento también entre la propia sociedad en general. Para hablar hay que escuchar previamente y aquí hay materia suficiente para esa labor.