Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Hijos secuestrados

14/05/2019

En las últimas semanas se han conocido dos casos de niños secuestrados por sus madres, que los han mantenido alejados de la sociedad, escondidos, para impedir el contacto con sus padres.

En el primero de los casos se trataba de dos hermanos que vivían en condiciones inhumanas. Cuando los encontraron apenas sabían hablar, estaban mal alimentados y difícilmente no habrían superado los años de encierro si la Policía no hubiera localizado a la madre que los retenía. Era una mujer que pertenecía a una asociación vinculada a Podemos, que supuestamente asesoraba a mujeres víctimas de malos tratos o emparejadas con hombres que según ellas cometían abusos sexuales contra sus hijos. Hay que insistir en lo de supuestamente, porque ningún juez había dictado sentencia; si la hubiera, el supuesto abusador habría acabado con sus huesos en prisión.

El primer caso alertó sobre la posibilidad del segundo, y efectivamente se localizó a la segunda madre que tenía retenida, escondida o secuestrada a su hija, que llevaba dos años sin que su padre supiera dónde se encontraba. La madre estaba siendo asesorada por la misma asociación vinculada a Podemos.

Podemos. Ni pensar qué habría ocurrido en este país si una asociación vinculada a un partido de derechas, o de extrema derecha, asesorara a mujeres no solo para presentar denuncias falsas contra sus parejas, sino que incumpliendo las sentencias judiciales secuestraran a sus hijos para alejarles de sus padres y los mantuvieran encerrados bajo siete llaves, sin escolarizar y sin ver a nadie que no fuera su madre. En el primero de los casos, los dos hijos salían fuera de la casa-prisión solo unos minutos para andar. Por la noche, para que nadie supìera de su existencia.

Es inconcebible que no se haya escuchado ni una voz crítica en Podemos hacia esa asociación a la que amparaba, inconcebible que nadie se haya manifestado ante la sede de esa asociación innoble, inconcebible que las voces que siempre salen en defensa de los menores no hayan pronunciado una sola palabra de apoyo a esos niños víctimas, pero también necesitarían palabras de apoyo los padres que además de buscar angustiados sus hijos han sido acusados de maltratadores. Inconcebible que no se hayan tomado medidas judiciales para investigar qué abogados trabajan en esa asociación promoviendo acusaciones falsas y secuestros de niños para perder el contacto con sus padres.

Se repite hasta la saciedad que en España hay dos varas de medir, a la izquierda se le perdona todo mientras se lincha a la derecha. Este es un ejemplo más. Ya está bien de silenciar los males de una sola parte. Por decencia, porque hay que castigar por igual a los miserables vengan de donde vengan y, también, porque ese sectarismo indecente da alas al populismo de extrema derecha.

No se entiende que gobernantes y políticos que presumen de defender la igualdad, se queden de brazos cruzados ante un trato desigual en función de la ideología de los desalmados.