Fernando Aller

DESDE EL ALA OESTE

Fernando Aller

Periodista


Otra España es posible

19/11/2021

Sea por convencimiento o por estrategia para obstaculizar el clamor creciente de la España en riesgo de despoblación, vaciada o vacía, el caso es que el anunciado plan del Gobierno para la Descentralización de la Administración Pública se está convirtiendo el terremoto de impredecibles resultados. Desde la posibilidad de que fragüe el proyecto y sus resultados sean tangibles, percibidos por la población, a que sirva como acicate mayor para el desarrollo de una fuerza política que tal vez no se traduzca en diputados, pero que sin duda desestabilizará a los partidos con representación parlamentaria. Sin olvidar tampoco las sacudidas miméticas en otros escalones de las administraciones públicas, comunidades autónomas, entes provinciales y hasta en ayuntamientos con sufridas y ninguneadas pedanías.
El Plan del Gobierno prevé, mediante la utilización de los Fondos Europeos, instalar organismos públicos de nueva creación en localidades de interior especialmente castigadas. En lo que respecta a Castilla y León, se anuncia un centro de innovación y emprendimiento vinculado a la UNED en Ponferrada; en Miranda del Ebro, el Centro de Competencias Digitales de Renfe y en Soria, el Centro de Proceso de Datos de la Seguridad Social. Tres de los doce proyectos que han transcendido hasta ahora. 
Más allá de las primeras escaramuzas, el proyecto del Gobierno ha motivado también que los periódicos de Madrid se hayan puesto a buscar precedentes. Y los han encontrado en León, la provincia a la que Rodríguez Zapatero quiso poner en el mapa y solo lo consiguió parcialmente porque la crisis interrumpió muchos de sus proyectos, y su propia continuidad al frente del Gobierno, y porque los sucesores se encargaron de paralizar o ralentizar muchas de aquellas iniciativas. León alberga el Instituto Nacional de Ciberseguridad, el centro Estrada, que gestiona las multas de tráfico de España, o la Ciuden, en este caso un proyecto fracasado porque fue concebido para hacer del carbón un combustible menos contaminante. No fue la panacea, León pierde habitantes de forma trágica, pero la experiencia permite afirmar que otra España es posible.