El pundonor, la capacidad de trabajo y el inconformismo definen a partes iguales la carrera del adnamantino Dani Mateo. Sus sueños de atletismo comienzan a forjarse en los juegos escolares, donde sobresale zancada a zancada.

Desde aquellas primeras competiciones en las que puso su sello, no ha dejado de evolucionar buscando su sitio. El campo a través, el mediofondo o la pista; son variadas las distancias en las que Mateo ha sobresalido compatibilizando sus entrenamientos con la dedicación al negocio familiar.

Atrevido, confiado en sus posibilidades y fortalecido por los kilómetros que acumulan sus piernas, el pasado año tomaba una decisión que marcaría un antes y un después en su carrera al dar el salto a la mítica prueba de maratón. De la mano de Enrique Pascual Oliva, entrenador que ha moldeado a grandes atletas del panorama nacional, preparó con esmero y dedicación su participación en el Mundial de Doha. Allí fue décimo, desafiando a los grandes de la distancia y sellando su pasaporte para Tokio 2020.

Dani Mateo, de los Juegos escolares al sueño olímpico; superación, constancia y sencillez, un ejemplo para los cientos de jóvenes atletas que en Soria siguen su estela.