Puntos negros en la ciudad

Ana Pilar Latorre
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Hay vías que concentran un mayor número de accidentes por colisión de vehículos, pero también las que presentan especiales dificultades para los conductores y en las que no se respetan normas

Puntos negros en la ciudad - Foto: Javier Ródenas Pipó

Además de puntos negros en la red viaria que conecta pueblos y ciudades, también hay zonas de especial riesgo para conductores en los núcleos urbanos. La baja visibilidad, el exceso de velocidad, las malas condiciones de la vía, el incumplimiento de las señales de tráfico, la estrechez de una calle para ser de dos sentidos, los estacionamientos en doble fila, los eternos semáforos, despistes... son algunos de los motivos que hacen que la circulación en una calle sea más complicada y que también aumente el riesgo de provocar o sufrir un accidente de tráfico. 

Hay barrios en la ciudad que son más nuevos, como pueden ser Santa Bárbara o Los Royales y que puede pensarse que la circulación tiene una mejor regulación, pero tampoco se libran de contar con cruces peligrosos y señales que se saltan a la torera. Son muchos los choques que se producen en la ciudad y a veces suelen ser en las mismas zonas. A veces, para regular la velocidad y evitar accidentes, se suelen instalar badenes, como en la calle Postas, pero los que han colocado son más estrechos que el carril y hacen que los conductores los esquiven, incumpliendo normas circulatorias e invadiendo incluso el carril contrario. Total, que es peor el remedio que la enfermedad. También se instalaron badenes en la zona de la Dehesa y se redujo la velocidad, pero sigue sin solucionarse la escasa visibilidad de los peatones que cruzan desde el parque. 

por barrios. En la zona del Calaverón hay varios puntos conflictivos, pero el peor es el estrechamiento al final de la calle Venerable Carabantes y en plena curva, ya que tan solo hay espacio para un vehículo y la calle es de doble dirección. No se respeta el nuevo stop en la bajada de la calle Fueros o el cruce de Cortes con Bodas Reales. Santa Clara también es algo caótica para los conductores, que no deben despistarse en cruces como el de las calles Antolín y Santa Clara. Ya en la zona de Los Pajaritos, la unión entre Eduardo Saavedra, Duques de Soria y Almazán es a veces un peligro por los que llegan de la carretera de Madrid y los que acceden de Eduardo Saavedra a Almazán, pero también el ceda el paso de Duques de Soria a Almazán, junto a los jardines, que muchos conductores ni se molestan en respetar. En Juan Sala de Pablo solo puede circular un vehículo a pesar de ser una vía de doble dirección, lo que pasa en otras muchas calles de Soria. El cruce camino de la Rumba, San Martín de Finojosa y Cerro de los Moros es a veces arriesgado. No hay que olvidar la escasa señalización del carril bici junto a la Colmena, ni los cruces de Mariano Vicén, sobre todo el de Victoria Kent, y el semáforo junto al Centro Cívico Bécquer que muchos conductores se saltan.

Eduardo Saavedra, una calle que soporta el grueso del tráfico de Soria junto a la Avenida de Valladolid, es un polvorín circulatorio, con pasos de peatones de escasa visibilidad y un semáforo para desviarse hacía la Santa Cruz y el Viso más que confuso y arriesgado por la escasa señalización. Los Royales, a pesar de ser un barrio nuevo y donde ya se han realizado mejoras en la ronda suroreste, hay cruces muy peligrosos sobre todo en hora punta y habría que tener en cuenta que se trata de una zona escolar y con mucho tráfico.

En los alrededores de la Dehesa hay riesgo porque muchos vehículos no respetan la línea amarilla en el paseo de San Andrés para acceder a Mosquera de Barnuevo o Francisco López de Gómara, al tiempo que hay que resignarse a los badenes y extremar las precauciones porque no hay visibilidad en muchos puntos de los peatones que cruzan desde la Dehesa. Ya en la rotonda, muchos conductores se despistan y quieren hacer de seguido el tramo dentro de la rotonda para continuar de San Benito a la avenida de Valladolid. 

Hay tramos de choques frecuentes en otros cruces de la zona de las Pedrizas y Santa Bárbara, sobre todo de accesos a las grandes vías, como por ejemplo la avenida de Valladolid, tanto en la parte inferior como en la superior. En hora punta muchos conductores tienen dificultades para acceder a la avenida desde otras calles perpendiculares por el exceso de velocidad. Un riesgo tanto para conductores como para peatones, pero ya se han comenzado a tomar medidas al respecto. La Barriada ha mejorado, ya que se cerró el paseo central y se han evitado muchos accidentes en la calle Albacete. En el polígono, el problema es también el exceso de velocidad y el acceso a las vías principales, ya que en muchos casos no se respetan los cedas ni los stop. Sí han sido un acierto los semáforos de las calles Piqueras y K del polígono.

calles ‘doblefileras’. El barrio de San Pedro tiene zonas conflictivas, como pueden ser la calle Urbión y la calle Real. Las calles de este barrio empinadas, estrechas y de doble dirección son muchas en esta zona. Pero llama la atención la instalación de badenes en la calle Postas, junto a la de San Lorenzo, ya que son más estrechos que el carril y los conductores los evitan incumpliendo las normas de circulación e invadiendo el carril contrario, por lo que es una solución dudosa para evitar accidente y exceso de velocidad, ya que esas maniobras pueden causar algún día un accidente grave de circulación. 

 Aunque muchos no lo crean, aparcar el doble fila dificulta y obstaculiza la circulación. Hay numerosas cales en las que esta práctica es muy habitual, como puede ser la calle Almazán, Mariano Vicén, Cortes de Soria, avenida de Valladolid, Ramón y Cajal... Sin hablar de las calles en las que se ubican los accesos a los colegios, que en hora punta están impracticables por esta práctica más que habitual en la ciudad soriana.

En cuanto a accidentes en ciudad (datos del Ministerio de Interior), los de peores consecuencias tras los atropellos son las salidas de la vía y las colisiones laterales y frontolaterales entre vehículos. Producen un mayor número de heridos hospitalizados los atropellos a peatón y, después, las colisiones laterales y frontolaterales. Destacan los alcances y colisiones múltiples, más comunes en municipios grandes.