Con 40,6  millones de euros en ingresos y algo más de 30 de gastos, el Ayuntamiento de la capital acabó 2018 con las cuentas en positivo, en torno a los siete millones. Esto se debe, según el concejal Javier Muñoz, a los mayores ingresos derivados de la mejora de la economía en aspectos como las licencias de obras o los aprovechamientos forestales además el IBI. También contribuye la ejecución en inversión que sólo alcanzó a 31 de diciembre el 18%, aunque Muñoz recuerda que lo que va a finalizarse en los próximos meses la terminará elevando al 70%. El superávit como tal es de tres millones de euros. Estas cifras suponen también que la deuda total del Consistorio sea de 23,9 millones, un 66,6% del presupuesto, lejos del tope impuesto por el Gobierno del 75% al partir del cual llegan las restricciones. En los últimos cuatro años, según Muñoz, la deuda total del Consistorio se ha reducido de los 28,7 millones en 2014 hasta esos 23,9.