Los empresarios critican la subida del IBI en Soria

Ana Pilar Latorre
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El vicepresidente de FOES cree que eso supone un freno a las empresas que podrían instalarse en Soria y que el Ayuntamiento debe «estudiar otras fórmulas»

Los empresarios critican la subida del IBI en Soria - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez.

Como cada año, a últimos del mes de julio, el Ayuntamiento de Soria iniciará el cobro del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a propietarios de naves industriales, viviendas, comercios y otros edificios. La Federación de Organizaciones Empresariales Sorianas (FOES) ya planteó a finales de 2019 sus quejas al Consitorio por las subidas del impuesto, aunque no han recibido ningún tipo de respuesta. 

«Entendemos que tanto el Ayuntamiento como cualquier economía doméstica o empresa tienen que equilibrar el presupuesto y si no hay ingresos por un lado se tendrán que buscar por otro», apunta Víctor Mateo, vicepresidente de la patronal, pero creen que el Consistorio  tiene una posición respecto al IBI «muy férrea» y que «hay otras alternativas que podrían ser sustitutivas a subirlo». En 2008 la recaudación por este impuesto era de cinco millones de euros y ahora «casi se ha triplicado», por lo que apela a que sean «más imaginativos» para buscar alternativas a que «sean los ciudadanos los que tienen constantemente que sufragar estos dispendios». FOES habla de «soberbia» por parte del Ayuntamiento, al no haber contestado a sus reclamaciones sobre el impuesto, porque «ante un colectivo de tanto peso, como es la parte productiva de la sociedad, que son las empresas, qué menos que atender o convocar una reunión en la que se den conversaciones constructivas para poder soliviantar los efectos que produccen este tipo de subidas de impuestos».

El dato más objetivo es el tipo impositivo y el otro más complicado sería el valor catastral. Sobre el tipo impositivo, «en Soria se va a pretender con esta subida acercarse al 0,58% del valor catastral, cuando en provincias limítrofes, como Zaragoza o Burgos, están a poco más del 0,40%, que es el tipo mínimo exigido por ley». 

impedimento. «Lo que pedimos es que se den cuenta de que somos Soria. No podemos pretender que aquí los ciudadanos por tener una propiedad paguen lo mismo que en San Sebastián», apunta el empresario arremetiendo contra el Ayuntamiento por «sacar ese mantra de que tenemos el tipo impositivo más bajo de España». «Es rotundamente falso», sentencia, «porque ahí están los hechos». La patronal explica que provincias con un tejido productivo importante, como Zaragoza, con 800.000 habitantes en la capital, o Burgos, que se ha convertido en la capital industrial de Castilla y León, «tienen tipos que exceden muy poquito el tipo mínimo legal». «Que en Soria seamos así de espléndidos no se comprende», añade.

Esta subida de impuestos es un impedimento para atraer empresas. El vicepresidente de FOES pone como ejemplo que Invest in Soria, el programa de reclutamiento de empresas de la federación, «lleva un portfolio de atributos o de cualidades diferenciadoras de Soria respecto a otras zonas de España para intentar atraerlas, pero con el tema del IBI tenemos que meter la cabeza debajo de la alfombra porque, evidentemente, no somos competitivos». «En ese tipo de datos, aunque no lo parezca y desde la administración local se crea que el IBI es una nimiedad para una empresa, no lo es en absoluto», sostiene el empresario. Además, apunta que «hay empresas con superficies importantes en el polígono cuyo dispendio por este asunto se acerca a los 20.000 euros, que es prácticamente el coste salarial de un empleado al año». Un 2% son los intereses de un millón de euros de inversión, calcula, y con esa cantidad se crean empleos. 

«No se trata de no pagar, sino de que estamos pagando dispendios que el Ayuntamiento no se atreve a recortar. Hay que buscar alternativas para no sangrar al ciudadano y reducir el gasto si no se incrementan los ingresos. El cascabel nadie se lo quiere poner», apunta asegurando que desde FOES se defienden los intereses de los empresarios, «pero siempre desde un pragmatismo ceñido al sentido común en primer lugar y a la teoría económica en segundo porque a más coste menos inversión y menos creación de empleo, lo que redunda en detrimento de los intereses de todos, incluido el Ayuntamiento». Creen que el Ayuntamiento se suma a la lucha contra la despoblación, apoyando la discriminación fiscal positiva, pero «no se puede decir que se bajen impuestos a los sorianos y tú en tu casa subirlos. Es incoherente».