Viandantes y conductores demandan más seguridad y mejoras en el estado de las travesías de la N-234, después de que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana haya cedido al Ayuntamiento de Soria dos tramos. La titularidad de estas travesías urbanas es una demanda de la ciudad desde hace tres décadas, cuando se alcanzó el acuerdo de transferencia entre ambas administraciones.

"Que cuando vas con sillas de ruedas te das cuenta de que los rebajes no están en los pasos de cebra y tienes que pasar por donde no está el cruce", denuncia una vecina de la zona. Otro joven lamenta que "la ciudad está llena de obras, ves que están reparando muchos sitios y la acera de una de las calles principales se podría mejorar bastante". En esa línea, una señora mayor que vive cerca de la plaza de toros denuncia que "cuando llueve, esto está lleno de agujeros y se mueven las baldosas".

Los conductores, por su parte, ponen de relieve la falta de sincronización de muchos semáforos. "No es la correcta y la circulación es complicada cuando hay mucho tráfica", opina un taxista. Además, parte de la señalización vertical no es muy visible, lo que supone un riesgo en puntos sensibles como los pasos de peatones.

Pendiente desde 1990

Los tramos cedidos se sitúan entre Condes de Gómara y Ángel Terrel, de 815 metros, y entre López de Yanguas y la glorieta de la Avenida de Valladolid con Eduardo Saavedra, de 332 metros. El cambio de titularidad era un paso imprescindible para que el Ayuntamiento pueda acometer cambios en el tráfico que refuercen la seguridad de conductores y viandantes. Hasta la fecha, de los siete tramos de la N-234 que atraviesan la ciudad, sólo se había transferido el del final del Espolón.

La cesión de los dos tramos llega tras una inversión de 150.000 euros por parte del Estado. Ahora será el Ayuntamiento de Soria el que asuma la mejora de las vías.