La pandemia lo ha trastocado todo, incluso la delincuencia. Durante tres meses la vida prácticamente se detuvo y, después, la nueva normalidad ha venido acompañada de un sinfín de restricciones. Con menos gente en las calles, negocios cerrados, toque de queda a las diez, la movilidad entre territorios restringida y los agentes continuamente en las calles controlando que se cumplen los límites COVID, también la criminalidad se ha visto afectada.
La primera consecuencia es que ha habido menos delincuencia. En concreto, un 13,6% menos infracciones penales entre enero y septiembre respecto del mismo periodo de 2019. En términos absolutos, 250 hechos penales menos. La segunda consecuencia es queha variado la tipología delictiva. En concreto, ha habido menos robos con fuerza en domicilios y establecimientos, menos hurtos, menos sustracciones de vehículos, menos lesiones y riñas tumultuarias, menos delitos de índole sexual... pero, en la contra, se han registrado más infracciones penales relacionadas con táfico de drogas (el doble que el año pasado) y más robos con violencia e intimidación (un 33,3% más). También, más hechos incluidos dentro de la categoría de «resto de infracciones penales» (han crecido un 13,6%), donde se incluyen la ciberdelincuencia que, precisamente en el nuevo escenario COVID con todos en casa y un uso excesivo de las pantallas, ha sufrido un incremento notable de casos.
Así se detrae del último balance trimestral de criminalidad que publica el Ministerio del Interior, en el que se muestra que el descenso ha sido generalizado a nivel nacional. De hecho, la criminalidad ha bajado en España una media del 20,2%, por encima del dato provincial (13,6%) y, también, de la media regional (del 13,9%). Los datos evidencian también que buena parte de dicho descenso está íntimamente correlacionado con las circunstancias derivadas de la entrada en vigor del Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declaró el estado de alarma para la gestión de la situación de la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19.
Por municipios, la capital sigue acumulando el grueso de la delincuencia en la provincia. De hecho, el 53,2% de las infracciones penales denunciadas entre enero y septiembre por los agentes en Soria se han registrado en la ciudad. En concreto, 874 del total de 1.633.