Los sucesos de Totalán, con el fallecimiento de Julen, han puesto de actualidad la peligrosidad de los pozos incontrolados no protegidos. La colaboración ciudadana ha alertado a la Guardia Civil sobre la existencia de una decena de ellos por la comarca de Almazán, aunque calculan que puede haber más por otras zonas agrícolas de la provincia. En este caso, más que ilegales, se trata de pozos en desuso que no se han protegido adecuadamente. Los agentes del Seprona ya han señalizado dos de ellos y han avisado a sus propietarios para que tomen medidas que eviten la caída de personas o animales. Ambos tienen unas dimensiones de cuatro metros de profundidad y unos 60 centímetros de diámetro.