Espacio de vida y trabajo en Lodares de Osma

Ana Pilar Latorre
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Open Orbi, un innovador espacio de coliving y coworking rural, avanza a buen ritmo para poder acoger a los primeros emprendedores

Espacio de vida y trabajo en Lodares de Osma - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

El coworking y coliving rural Open Orbi abrirá sus puertas previsiblemente en primavera de 2022, aunque algunas de las instalaciones ya funcionan. Tristán Nicolás, uno de los cuatro socios de este original proyecto junto a Carlos Aguirre, Álvaro Gutiérrez y Carlos Palomares, en el que llevan más de un año trabajando, asegura que «está siendo todo autoconstructivo, lo que hace que se desarrolle un poco más lento de lo que esperábamos». No obstante, están «satisfechos» porque «nos estamos juntando una serie de emprendedores: arquitecto, tecnólogo, ingeniero de caminos, informático… Y entre todos, aparte de generar y crear este proyecto, nos vamos nutriendo y creando sinergias entre nosotros, que es el espíritu de lo que va a ser, una forma de dinamizar el mudo rural y atraer a gente que pueda trabajar o que es emprendedora». Así, esperan que llegue gente también «a buscar respuestas o a aprender, también a disfrutar de la naturaleza».

A día de hoy, se han construido ya de forma colaborativa dos cúpulas geodésicas o domos y ya se puede alquilar por B&B (como Miradomos), «con lo que sacamos algo de capital para poder reinvertirlo», lo que es el "coliving y coworking rural», el objetivo del proyecto. La mayor parte de sus ingresos proceden del desarrollo de páginas web, «ya tenemos internet y la infraestructura necesaria como para estar trabajando desde aquí, se agradece y es una maravilla». El emprendedor destaca las «sinergias» que se están creando porque «viene gente que no tiene ni idea y aquí al final se aprende a utilizar herramientas y otros trabajos muy variopintos, desde llevar carretillas con tierra a colocar una madera». «Son construcciones sencillas, no son rascacielos, sino como cabañas de madera, pero tocamos muchos palos», añade subrayando que cuentan con un arquitecto y se realizan trabajos por la zona.

A los cuatro emprendedores se suman los participantes en talleres de construcción de 24 personas, «son gente que viene un fin de semana a aprender y disfrutar de la naturaleza y quizás se van con la lección aprendida y con ganas de volver, porque esto de las sinergias es una maravilla». Además, Tristán destaca la «acogida» en Lodares de Osma y El Burgo de Osma, «nos vienen a visitar y nos echan una mano. Profesionales como fontaneros o electricistas aportan su granito de arena».

Espacio de vida y trabajo en Lodares de OsmaEspacio de vida y trabajo en Lodares de Osma - Foto: Eugenio Gutierrez Martinezproyecto. Sobre el espacio, en las cúpulas hay habitaciones individuales pero también zonas comunes, como un cenador. «Buscamos también que haya unas áreas comunitarias donde la gente pueda interactuar, aparte de dotar al complejo de unas zonas individuales donde la gente pueda estar tranquila y trabajar», concreta este socio del proyecto. De todos ellos, dos residen de continuo en la localidad soriana y los demás «van orbitando». Tristán destaca que, aparte de emprendedores, se ha trasladado a Lodares de Osma desde Badajoz su tío abuelo. «Hemos conseguido sumar a la población cuatro empadronamientos», destaca.

En la parcela había una sentamiento con seis bungalows de madera abandonados y en mal estado, con sus bases de cimentación correspondientes, un pozo obstruido y una vía de acceso para vehículos. El proyecto se desarrolla en cuatro zonas, una con demolición de un bungalow y la colocación de dos containers marítimos (baños, cocina y zona de trabajo), otra con la rehabilitación de dos bungalows de madera, otra con seis construcciones de cúpulas geodésicas y una zona exterior con terreno vegetal.