Febrero es la época en la que los pacientes comienzan a sufrir los efectos de las alergias ambientales, pero este año se están manifestando con una especial intensidad a causa del buen tiempo y la sequedad en el ambiente. Árboles de la familia de las cupresáceas, como los cipreses, son los principales causantes de estas tempranas alergias ambientales que ofrecen unos síntomas muy similares a los del catarro. Ante la duda, lo mejor es visitar al especialista, ya que las alergias se pueden desarrollar a cualquier edad y con el paso del tiempo se están incrementando a causa de factores como la contaminación o la alimentación.

Así, cada año las consultas reciben más pacientes, y es que las personas que desarrollan una alergia la conservan ya para toda su vida, ya que se cronifica. Por fortuna, existen múltiples tratamientos para sobrellevar esta larga temporada que aborda desde febrero hasta agosto, y entre ellos, las vacunas.