"Hay un exceso de confianza en la vacunación"

Nuria Zaragoza
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Asegura que el impacto de la pandemia en el sistema sanitario ha sido «demoledor» y, avisa, ha evidenciado «problemas estructurales y de funcionamiento muy importantes». Insiste en que es necesario «destinar más recursos» y ajustarlos al territorio

"Hay un exceso de confianza en la vacunación"

Es la cabeza visible del Colegio de Médicos de Soria. José Ramón Huerta representa a un colectivo que, junto con el resto de sanitarios, ha sido barrera ante un virus que se ha llevado la vida en Soria de al menos 600 personas. En las consultas de Atención Primaria han atendido a más de 13.000 sorianos diagnosticados de COVID-19, de los que 1.600 han necesitado ingreso hospitalario.

Los datos de contagio y vacunación son esperanzadores tras quince meses de crisis sanitaria y hay quien ya ve el final de esta pandemia. ¿Coincide en este optimista diagnóstico?

Tanto como ver el final de la pandemia creo que no. La pandemia habrá pasado cuando se haya vuelto a la normalidad en todos los aspectos, cuando sea de carácter epidémico con algunos episodios, cuando esté vacunado más del 90% de la población... 

La pandemia nos ha pasado factura. Teníamos y tenemos un sistema sanitario de los mejores del mundo pero se ha visto que tenemos algunos rotos, problemas estructurales y de funcionamiento muy importantes. Veo difícil arreglar todo esto antes de 2023 y poner las cosas donde deberían estar si no hubiese habido pandemia. Y ya veremos si no es más.

La falsa idea del fin de la pandemia ¿nos puede hacer dar un paso atrás? ¿O la vacunación ahora nos salva?

Indudablemente la vacunación va a ayudar mucho, pero yo creo que hay demasiado confianza puesta en la vacuna, en la tecnología de alguna forma, y ese exceso de confianza lo podemos pagar todavía en forma de nuevas olas. Lo de confiar todo en las vacunas es demasiado temerario. Ojalá no, pero tenemos el riesgo de algún repunte. Las condiciones obviamente son distintas, pero no sabemos la posibilidad con las nuevas mutaciones y variantes. 

¿Hay algo positivo en esta crisis?

Va a ser una oportunidad para valorar de otra forma la sanidad, las epidemias, las infecciones... y cómo abordarlas. Esto abre nuevos horizontes y supone adelantar un progreso a nivel sanitario que, sin pandemia, se hubiese conseguido en 20-30 años y así se logrará en cinco.

Ya se habla de la posibilidad de retirar la mascarilla, ¿es recomendable?

En algunos casos es evidente que se podría retirar. Por ejemplo, en el campo siguiendo las recomendaciones. Pero, desde luego, en las zonas comerciales donde se entra en los interiores debería persistir la protección, y también en zonas donde hay bastante confluencia de gente, como en el centro de las ciudades. 

Realmente la posibilidad de transmisión es baja ahora, pero yo creo que no hay que correr riesgos. Nosotros creemos que unos porcentajes bajos de la población -siempre inferiores al 10%- están manteniendo la epidemia activa, porque la mayoría  se ha comportado muy bien. Por eso, creo que quitarla del todo no es recomendable. Además, creo que nos va a reeducar y sensibilizar e, igual que veíamos a los orientales que llevaban mascarilla por protegerse y proteger a los otros, se va a quedar aquí y va a evitar la transmisión de enfermedades. 

Esta pandemia ha puesto a la sanidad soriana al límite, ¿en qué momento asistencial está Soria ahora?

En buen momento después de lo pasado, pero hay muchas grietas. Hay mucha gente que no se ha atrevido a ir al médico, lo que ha retrasado ciertos procesos importantes. Luego, el hecho de tener la UCItanto tiempo colapsada ha supuesto extenderla en reanimación quirúrgica, y eso ha implicado que todas las especialidades quirúrgicas hayan tenido un frenazo. Eso se suma a lo que ya teníamos en listas de espera y, si no tenemos más recursos ni más médicos, supone un colapso que no sé si en 2022 seremos capaces de poner al día para tener una normalidad en 2023. El impacto en el sistema sanitario ha sido demoledor. Y, luego, hay que tener en cuenta que ha habido momentos muy difíciles para nosotros, porque la falta de médicos quizá es el primer problema que tiene ahora la sanidad soriana.

¿Cuál es la situación de la plantilla médica en Soria?

En Atención Primaria, según los últimos datos de la Gerencia, faltan 23 médicos y trece de área, es decir,  36. Y en los próximos meses se van a jubilar siete u ocho. Es decir, son 40 vacantes, más los que faltan en el hospital, que calculamos que son unos diez. Eso tiene un impacto en la calidad asistencial de todo tipo, tanto técnica como en la actividad quirúrgica e, incluso, en la calidad humana. Todo eso se está pagando y se va a pagar. 

¿Hay más vacantes de médicos en Soria tras  la pandemia?

Sí, hay más, sobre todo porque hay gente que ha adelantado la jubilación ante una situación como esta de estrés, de agotamiento, de lo que se ha sufrido... Casi el 40% de los que podían seguir en activo a partir de los 65 años [hasta los 70] ya se han jubilado. 

No se ha hecho una reflexión seria y quizá los políticos han hecho unos planteamientos incorrectos a corto plazo, a lo que dura su legislatura, porque nosotros llevamos ya más de 20 años advirtiendo con estudios de demografía médica lo que iba a pasar, y no nos han hecho ni caso. 

¿Se cumplen los peores pronósticos que aventuró el Colegio en cuanto a jubilaciones y falta de médicos?

Vemos que la realidad actual es incluso peor que la que advertíamos en nuestros estudios. El peor de los supuestos se ha producido y actualmente hay una situación entre un 10 y 20% peor del peor escenario que reflejábamos en los estudios. Y la perspectiva es muy complicada porque no se ha actuado con previsión y ahora la ‘receta’ no es a corto plazo, porque ahora un médico tarda diez años en formarse y, tal como se plantea el ejercicio de la profesión y los incentivos para una carrera profesional, en Soria no se dan las mejores condiciones para que la gente se quede o venga. 

Entonces, hay que hacer un esfuerzo de igualdad y de equidad para tener todos las mismas oportunidades porque, si no, nos estás discriminando. Por eso se tendría que hacer un esfuerzo por reforzar el sistema sanitario, por incentivar, y que las pequeñas provincias tengamos las mismas oportunidades que las grandes. No digo tener todos de todo, porque yo creo que eso es un planteamiento erróneo muy relacionado con la política. A veces pides una cosa y te la dan por quedar bien, pero es un caramelo envenenado...

¿Lo dice por Radioterapia?

Sí. El planteamiento inicial puede hacer pensar que pongan Radioterapia en Soria pero, cuando conoces a fondo el asunto, te das cuenta que tener una Radioterapia de calidad aquí es imposible. Sí se puede tener una Radioterapia para ciertos procesos, pero luego hay una cuestión clara que yo mismo la he visto a nivel familiar y de pacientes: si aquí tratas diez casos al año de un tema y en Madrid hay un médico que trata 20 casos al día de esa Radioterapia, es imposible que se trate igual. Yo prefiero que me trate el que ve 20 al día, pero que me trate bien. Porque eso también es la equidad. La equidad no es citar a la gente que se tiene que desplazar a Burgos a las ocho de la mañana en diciembre, porque parece que nos están ahuyentando. Se trata de tener las mismas oportunidades y que el sistema ponga remedio a esas cuestiones. 

No podemos tener todos al médico en la puerta pero es cierto que en Soria carecemos de una serie de cosas y, encima, estamos muy alejados de otros hospitales. Por eso Soria debería tener ciertos refuerzos. La equidad debe de ir acompañada de solidaridad y no se te puede dejar de lado cuando tú careces de ciertos servicios. Hay que facilitar la accesibilidad suficiente para que no se note que tú careces de esos servicios, porque el sistema es un sistema único y tenemos que tener el mismo acceso y las mismas oportunidades. 

Eso hay que corregirlo. Si Soria no tiene los mismos servicios, tiene que tener mucha facilidad de acceso y no limitaciones a esos servicios. 

Entiendo que se refiere a que, si los sorianos se tienen que trasladar a Burgos, Valladolid... ¿facilitar el desplazamiento y mejorar el acceso?

Claro. Mejores condiciones en muchos sentidos, no solo de atención sanitaria. Hay cosas que en Soria la referencia es Salamanca, pero no tiene sentido que, si eres de Ágreda y ese mismo servicio se puede dar en Zaragoza, te manden a Salamanca. No es muy lógico en un sistema nacional de salud que esté parcelado y casi con muros infranqueables. Eso produce desajustes. Yo insisto en la equidad, pero la equidad va con solidaridad. Hay ajustes que son solidarios, necesarios, incuestionables. 

La última convocatoria MIR ha sido la de mayor volumen de plazas ofertadas de la historia pero, por lo que le entiendo, ¿no cubre las necesidades? 

Eso tiene sus matices, porque recientemente salía un estudio de demografía de médicos y hay más médicos que nunca en España, 278.000. Según estudios del Consejo General parece que hay médicos suficientes, pero el problema es que están mal distribuidos. Pero, claro, si no tienes ningún elemento para hacerles atractivo venir a Soria, es complicado. 

En Francia, por ejemplo, todos los médicos que estudian en facultades públicas les pagan los estudios pero les exigen que durante un año tienen que ir hacia zonas periféricas de difícil cobertura. Esto sucede también en América y en otros países porque, en general, en el medio rural hay una falta de sanitarios. Desde luego que en Soria faltan médicos pero, a nivel global, parece que si estuvieran bien distribuidos no habría problema. 

¿Por qué se da este reparto desigual?

El asunto es que hace unos años el médico iba donde fuera con tal de tener un empleo y poder ejercer su vocación y pasión, pero ahora van a un sitio y ponen un pie y prefieren estar en condiciones precarias allí unos años porque saben que acabarán metiendo el otro pie. ¡Ni los sorianos que estudian Medicina vuelven a Soria! El año pasado en Castilla y León, de los MIRque acabaron, apenas el 36% se quedó. Y este año se dice que va a ser el 16% de los que salen. En Soria me consta que se están haciendo esfuerzos, pero no tenemos formación en todas las especialidades. 

¿Y no se puede formar a más y tratar de que se queden?

La formación tiene unas exigencias de programa, de disponer de determinados servicios, de acceso a determinadas prácticas que, si no las tienes, no puedes dar esa especialidad. Si falta una técnica o tecnología concreta, sí pueden rotar a otro hospital y eso hay que aprovecharlo al máximo, pero esto no es una fábrica de churros. No tiene sentido meter médicos donde no existen esos recursos solo para que se formen porque eso suponer formarse deficientemente y formar malos especialistas, y eso no interesa. Por ejemplo, no tiene sentido formar aquí en Cirugía Pediátrica, porque no hay realmente casos y base para la formación. Hay que llevar cuidado con esto de la formación. 

Lo que nos interesa es que haya una redistribución justa. El problema es que no ha habido planificación. 

¿Penaliza ejercer en Soria?

En algunos aspectos sí, pero en otros no. Según se mire. Es una cuestión personal. 

Los hospitales grandes tienden a hacer plazas perfiladas, es decir, donde se aprende muy bien una técnica concreta dentro de una especialidad. Lo hacen para que se quede en ese hospital ese médico y no se vaya. Desde mi punto de vista eso es un mal enfoque formativo, porque debería saber de todo de su especialidad lo suficiente. Esa gente la traes a Soria y para ellos inicialmente puede ser perder, pero luego, cuando van recorriendo todo el ámbito de la especialidad, ven que esto es más enriquecedor, porque aprenden más cosas. 

No debería entenderse como una penalización venir a Soria. Además, puede ser que venir aquí suponga menos posibilidades en tema de carrera profesional, de publicaciones, de formación... pero eso debe de compensarse de alguna forma, incluso incentivarse, aunque sea discriminación positiva.  

En el caso de Soria se debería atender nuestra especificidad de aislamiento. Mereceríamos más consideración y siempre nos dicen que sí pero está por ver, después de muchos años, la primera medida en ese sentido que favorezca a Soria. 

Esa mala distribución de los médicos que alude ¿cómo nos afecta?

Valladolid, Salamanca... con esto de las plazas perfiladas, tienen una sobredimensión de sus plantillas, la denominada plantilla horizonte. Valladolid tiene más de 200 plazas por encima, Salamanca más de cien, León 57… Y, si se lo quedan ya en Valladolid para una plaza perfilada, no dan una oportunidad para los demás. 

La solidaridad pasa por buscar ciertos equilibrios en la región y que, si uno saca plaza en Soria, tiene que ir a Soria. Y, luego, puedo progresar, pero de inicio tengo que ir a Soria. No se pueden consentir ni comisiones ni privilegios en los grandes hospitales mientras los pequeños no tengan todo cubierto. Es de justicia. 

Hay muchos desajustes y tienen impacto en salud, en asistencia… La calidad asistencial se ha desmoronado, se ha resentido con la pandemia, y eso tiene un coste en salud, en calidad de vida, y en vidas. Se han perdido dos años de esperanza de vida y probablemente, cuando se vea con más perspectiva, será más. 

¿El hospital está en condiciones de ser universitario? ¿Y eso ayudaría para que Soria fuera más atractiva?

Yo creo que sí está en condiciones y que sí ayudaría. Yo al gerente le he dicho que haga como hizo Burgos, que puso el nombre de ‘universitario’ y nunca nadie le ha dicho nada. Se puede hacer universitario y enlazarlo con la Universidad de Valladolid, porque tenemos la Facultad de Ciencias de Salud que se puede aprovechar, y tenemos la formación de médicos MIR, y tenemos la formación en el Grado, que pueden realizar aquí sus prácticas y que, de hecho, las realizan ya. Que lo nombren y, luego, ya se irán asumiendo las cosas. Ser universitario no es la panacea, pero seguro que ayuda. 

Está sobre la mesa la reforma del sistema sanitario tras la pandemia. ¿Hacia dónde debe ir?

Estuve hace unos días con el gerente regional de Salud, Manuel Mitadiel, y el problema es que no plantean un refuerzo económico y uno de los grandes problemas tanto de la Primaria como de la Especializada es que, con las demandas actuales de salud que hay en la sociedad, tienen unos costes que van incrementándose pero, a nivel de presupuestos, no se incrementan. Yo le decía: si faltan diez médicos en el hospital y faltan 36 en Primaria, estás ahorrando un dinero, porque ese trabajo te lo está haciendo alguien al que no le estás dando nada y lo estás sobrecargando. Entonces, ese dinero se podría utilizar para incentivar, para motivar... pero no se hace. Y encima me explicó cómo se hacen los presupuestos y es un sistema un poco perverso ya que se hace con el gasto histórico, es decir, si faltan 50 médicos, el presupuesto del próximo año para sanidad irá con 50 médicos menos. Es decir, los que más han inflado plantillas, les das más dinero cada año; y al que le faltan, en lugar de ajustar, le quitas. 

¿Qué retos se deben afrontar?

La salud y las demandas están cambiando mucho, y tiene que haber unos cambios importantes, empezando por tener los recursos humanos suficientes y no racanear. Si hay listas de espera de un año, habrá que contratar a más gente y sacar a los médicos de donde sea, pero esas demoras no pueden ser porque están poniendo en jaque la calidad asistencial y la seguridad de los pacientes.  

Hay que gastar más, destinar más recursos sanitarios para la salud, y ajustarlos a las necesidades. Y hay que facilitar la tecnología con las mismas oportunidades para todos, y pensar también en el futuro en cuanto a Medicina de precisión, personalizada, basada en estudios genéticos... Todo eso mejorará mucho pero tiene un costo. 

Y hay que mejorar mucho la relación con el paciente para mejorar la calidad asistencial, científica y humana. Hay unas tendencias a la deshumanización y a la impersonalización por parte de algunos médicos que creo que no son buenas. La ONU, que a su vez pasa el encargo a la OMS, promueve una tendencia hacia la Medicina centrada en la persona. Es una tendencia a que en Medicina siempre se tenga en cuenta los intereses del paciente en cada momento. Es decir, un paciente igual se tiene que operar pero ve que, si se opera, su negocio cierra un año. Pues quizá hay que esperar un año para operarle. Hay que considerar siempre el interés del paciente y no automatizar. 

Quizá en ocasiones, como en temas de salud pública, no debe primar el interés del paciente pero, en la mayoría de los procesos asistenciales, sí deben primar. Esos son los retos que tenemos. 

Alude  a facilitar la tecnología. ¿En Soria la telemedicina es posible?

La telemedicina es posible en todos los sitios y en los más despoblados es todavía más factible. El modelo puede ser Australia y sus zonas despobladas. La telemedicina ya estaba viniendo antes de la pandemia y ahora ha llegado para quedarse, y yo creo que va a ayudar, pero también creo que nunca debe sustituir a la presencialidad médico-paciente. Eso sí, si la telemedicina es el peaje que hay que pagar por la falta de médicos o de recursos financieros para tenerlos, es injusto y no es de recibo. 

¿Y en el medio rural es posible?

Es donde más puede ayudar. 

¿Pero la población está preparada?

No, y tiene muchos handicap, porque el problema es que no hay ni internet ni cobertura en muchos pueblos, de modo que el médico ni puede acceder a los análisis. Y luego la gente mayor no tiene los recursos, ni tiene por qué tenerlos. Por eso insisto en que hay que hacer un ajuste y tener en cuenta las circunstancias de cada territorio, porque los que planifican desde los despachos se creen que todo el mundo es como donde están ellos. 

Hay que hacer esfuerzos y reformas pero contando con la situación de base y real de cada uno, con las especifidades de cada territorio. Porque, por ejemplo, las zonas rurales de Valladolid no son las de Gómara.

Yo pongo el ejemplo de Castilla la Mancha, donde tiene un helicóptero en cada provincia y helipuertos en el cien por cien de los centros de salud, y hay dos helicópteros nocturnos. Aplicar unas circunstancias así en Soria podría suponer mejorar calidad y seguridad, y nos pondría más en los ratios y en la esfera de atención en la que está todo el mundo. 

Desde su experiencia, ¿qué lecciones deja esta pandemia y por donde se debe trabajar para evitar que se repitan situaciones tan críticas?  

Que hay que hacer un planteamiento global de la sanidad, porque todos dependemos de todos. También, la necesidad de reforzar los sistemas sanitarios con recursos humanos y con dinero;y ha demostrado también que hacen faltan direcciones técnicas y menos políticas, porque en la pandemia tenemos la sensación de que han primado en los momentos críticos los criterios políticos más que los sanitarios y, si los sanitarios hubiesen tenido más peso, los resultados en salud hubiesen sido mejor. 

Hay que tener la infraestructura, personal, formación... adecuadas, y una dirección técnica adecuada para saber lo que hacer. 

En su día se habló de cerrar el Mirón. ¿Está realmente descartado?

Amenazado está porque lo vimos en su día, que la intención era ir vaciándolo poco a poco de servicios hasta que quedara como un edificio de servicio no sanitario, sin camas. Pero yo creo que ahora se ha parado porque se ha visto que es un servicio sanitario de apoyo del máximo interés y de una eficiencia máxima, porque con muy poco personal está dando unos resultados estupendos. Quizá el error fue en su día, en vez de hacer una reforma, haber hecho un hospital nuevo junto al Mirón y comunicarlos; pero yo creo que la necesidad hoy está justificada y, al menos de momento, se ha parado el cierre. 

Desde la Gerencia confían en que la zona ampliada del hospital se ponga en marcha en 2022. ¿Lo ve factible?

El Plan Director es del año 1999-2000. Yo dije entonces que hasta el 2025 no iba estar y... a ver si me quedo corto. 

La apertura del hospital privado Latorre, ¿qué ha supuesto?

Creo que el hecho de que Soria fuera la única provincia sin un hospital privado era limitante. Da oportunidades de atención para la población y es una oportunidad para reforzar nuestro sistema sanitario, para poder derivar en momentos de crisis, para despejar algunas cirugías y reducir esperas, para mantener la normalización en el funcionamiento del sistema... y, luego, tiene también un elemento incentivador para los médicos, porque supone tener más oportunidades, poder ganar más dinero complementando lo público. Es beneficioso. 

Esta pandemia, ¿le ha cambiado como médico y como persona?

He estado diez meses de baja por culpa del COVID. Yo vi la semana antes de caer enfermo 20 personas con fiebre y no teníamos ningún tipo de protección... y se te lleva por delante. Y luego el sistema no es tan generoso de cuidarte como enfermedad profesional... Personalmente no me ha afectado mucho porque no tiendo a deprimirme y demás, pero desde luego que el modelo asistencial ha cambiado de cómo era hace un año a ahora. ¿La normalización? Espero que para el próximo otoño o invierno se logre, pero es verdad que ha habido muchas circunstancias que van a condicionar el futuro de la Medicina. 

Los sanitarios han pasado tres veces más el COVID que el resto de la población. Lo han sufrido más, además de la sobrecarga y las condiciones en las que se ha desarrollado su trabajo, de modo que algunos han cogido tanto miedo que han decidido adelantar su jubilación. Y además de las secuelas médicas, habrá consecuencias psicológicas, que ya se están notando.