La Junta de Personal del Centro para la Calidad de los Alimentos de Soria, dependiente del Instituto Nacional para la Investigación Agroalimentaria, exige que se cree una Relación de Puestos de Trabajo, que permita consolidar las plazas del personal investigador, y subraya que la provincia cuenta con un centro “con mucho continente y poco contenido”.

María Jesús Maján, miembro de la Junta de Personal, explicó a Ical que en septiembre vencerán los contratos del personal investigador, que está desde hace más de una década vinculado al INIA, a través de la investigación en el centro soriano, y recordó que estas persona no han podido avanzar en su carrera profesional, porque nunca ha existido voluntad de que el centro contará con proyectos y personalidad propia consolidando las plazas.  

“En Soria hay un centro con tres plantas y seis laboratorios que, incluso, no ha estado funcionando durante 12 meses porque no había investigadores. A estos se les ha ido concatenando los contratos, pero no han podido optar a consolidar su plaza, porque nunca han sacado una convocatoria pública específica”, denunció.  Asimismo, recalcó que es necesario que desde el centro se puedan dirigir tesis doctorales y se realicen la actividad investigadora de forma continuada.

“El INIA no ha  consolidado las plazas porque no existe una relación de puestos de trabajo y por lo tanto, no ha existido voluntad política para que este centro se convierta en un referente para la investigación alimentaria”, agregó, para reiterar que desde su apertura en 2008 el personal científico ha tenido contratos eventuales.

Por su parte, el subdelegado del Gobierno en Soria, Miguel Latorre, defendió que el INIA ha demostrado su interés no solo por mantener, sino también por potenciar el Centro, y subrayó que ha convocado la plaza de científico titulado para poder poner en marcha nuevos proyectos.  “Además, también tiene previsto insistir para cubrir el puesto de director”, apostilló.

Asimismo, destacó que los responsables del INIA mantuvieron contactos con la Junta de Castilla y León para poder llevar a cabo proyectos en común, con el objetivo de “potenciar la actividad del centro”.

Este Centro se inauguró en febrero de 2008 en el marco del Plan de Actuación Específico para Soria. El grupo investigador enfocó su labor en la caracterización nutricional, funcional y sensorial de distintos alimentos como setas, trufas y legumbres y en la investigación de la seguridad alimentaria de productos cárnicos (listeriosis).