Las mascarillas han llegado para quedarse. Así lo anunciaba el pasado mes de abril la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias, cuando todavía el uso de este dispositivo de protección no era obligatorio, aunque sí recomendable. El 21 de mayo, el Gobierno instauraba la obligatoriedad de llevarla en todo el territorio nacional cuando no se pudiese garantizar la distancia de seguridad, y actualmente, desde el 18 de julio, su uso ha pasado a ser obligatorio en la Comunidad Autónoma de Castilla y León, con independencia del mantenimiento de esa distancia física interpersonal, tras el Acuerdo 35/2020, de 16 de julio, de la Junta. 

Esta modificación del Plan de Medidas de Prevención y Control para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la Covid-19 acuerda el uso obligatorio de la mascarilla en la vía pública, en los espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público o abierto al mismo. De esta manera, la Junta refuerza las condiciones y el régimen de uso del medio de protección más eficaz y sencillo del que se dispone en estos momentos, según reza el Acuerdo, y debido al incremento de la movilidad de personas que se produce en verano y a la aparición de diversos brotes.

Pero, además de cumplir con su objetivo prioritario, la protección, la mascarilla ha pasado a ser un accesorio más de la moda. La gente ha decidido protegerse con estilo y darle un toque de color a este artículo sanitario, cada vez más variado y heterogéneo. Mientras algunos se han atrevido con la confección de sus propias mascarillas, otros han confiado en profesionales de la costura para vestir las más originales. 

Mascarillas de moda - Foto: Eugenio Gutierrez MartinezLa imaginación ha llegado a las mascarillas higiénicas, las recomendadas por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social para las personas sanas. Este tipo tiene que cubrir boca, nariz y barbilla, y debe estar provisto de un arnés que rodee la cabeza o sujete las orejas. Asimismo suelen estar compuestas por una o varias capas de material textil y pueden ser reutilizables o de un solo uso. De esta forma, las confecciona Carmen Romero en su atelier, esta enfermera de profesión elabora en su taller de costura mascarillas muy originales provistas de dos telas. Una exterior y más vistosa con tejidos naturales, principalmente algodón 100%; y otra interior con un popelín hidrófugo, un algodón muy fino y antibacteriano que protege de las filtraciones de agua y otros fluidos, explica la costurera. 

Carmen comenzó elaborando gorros de algodón en colores vivos para sus compañeras del hospital, ya que tras la crisis sanitaria este accesorio se ha convertido en una herramienta de trabajo más de su uniforme. De los gorros pasó a las mascarillas, que han tenido tan buena acogida, que ya no solo las realiza a demanda, también están disponibles en su taller, con una gran variedad de modelos y tallas.

Sin embargo, son los que las visten los que eligen la tela y el modelo, el preferido hasta ahora, el llamado mariposa que, según Carmen, «es el que mejor se ajusta anatómicamente a la cara. Lo importante es que no deje muchas zonas sin proteger para que no puedan entrar esas gotitas que están pululando por el ambiente, por lo tanto, cuanto más ajustada a la cara la llevemos, muchísimo mejor. He estado estudiando un poquito el patronaje de las mascarillas y he sacado una, con una forma parecida a la mariposa, que se ajusta bastante bien a la nariz y el pómulo, y queda bonita». 

Mascarillas de moda - Foto: Eugenio Gutierrez Martinezdiseños exclusivos. Para el verano, mientras que los niños lucen mascarillas muy coloridas con diversos motivos infantiles como animales de la selva, los adultos, especialmente las mujeres, se decantan por una mascarilla de estilo ibicenco que Carmen confecciona en su taller con batista blanca bordada. «Estoy renovando las telas continuamente, no tengo una tirada muy grande de las mismas mascarillas, son tiradas muy chiquitinas porque Soria es una ciudad pequeña y así evitamos que coincida la gente», explica la modista. 

Del taller han salido mascarillas para el día a día, pero también otras para lucir en ocasiones más especiales como bodas y comuniones. En este caso, la seda es una buena opción para realizar la capa exterior de estos accesorios de seguridad sanitaria con estilo y diseño propio. Respecto a su seguridad, cumplen con toda la normativa sanitaria en vigor. Son reutilizables y aguantan hasta un máximo de 20 lavados. A partir de ahí, no se puede garantizar al 100% la eficacia de estas mascarillas, que son una buena opción para sustituir a las de tan solo un uso.

pasatiempo de cuarentena. No solo los profesionales se atreven con el diseño de mascarillas, también los aficionados a la costura se han lanzado al mundo de la moda de estos accesorios sanitarios. Es el caso del joven monociclista soriano, Sancho Díez y de su madre, María Encarnación Gil. El aburrimiento durante la cuarentena hizo que ambos comenzaran a buscar por internet patronajes para elaborar sus propias mascarillas, una tarea que les ha ayudado a relajarse durante el confinamiento y que les permite poner en práctica una de sus aficiones comunes, coser. 

Mascarillas de moda - Foto: Eugenio Gutierrez MartinezEn total, han elaborado 50 mascarillas para familiares y amigos y tardan unas dos horas y media en confeccionarlas, ya que «al principio de la cuarentena tuvimos un problema, se nos rompió la máquina de coser y desde entonces las hacemos todas cosidas enteras a mano», cuenta el monociclista. 

Inicialmente comenzaron con telas que tenían en casa, pero ahora las adquieren a través de la web. Utilizan tela de algodón y también están provistas de dos capas, «una tela vistosa para la parte de fuera y otra más gorda por dentro para que sea mejor el filtro y la mascarilla quede más armada», señala Encarnación. De momento, estas mascarillas no han salido de su entorno, pero no descartan, si el tiempo una vez retomada la nueva normalidad se lo permite, confeccionar más para las personas que quieran darle una oportunidad a estas mascarillas higiénicas de tela reutilizables, contribuyendo así a la sostenibilidad del medio ambiente. 

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