Hasta ahora los proyectos para emprender una explotación ganadera en Castilla y León no precisaban de licencia de impacto ambiental. Un trámite que no era necesario a decisión de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de la Junta para facilitar el proceso. Desde ecologistas en acción denunciaron esa circunstancia ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, la Junta lo recurrió ante el Supremo pero  el Tribual Supremo ni siquiera lo admitió a trámite. Todo este proceso concluye con nuevos cambios en las tramitaciones de la comunidad. Ahora toda explotación necesitará tener su licencia de impacto ambiental para su puesta en marcha. Algo que afecta, según ASDEN,  a procesos como el de la implantación de la vaquería de Noviercas y muchos otros en la provincia. Desde Asden Soria consideran este tipo de trámites como indispensables para proteger los recursos naturales del territorio. Una medida que hace que los trámites se extiendan más en el tiempo a la hora de poner en marcha cualquier explotación ganadera.

Por su parte Francisco Igea asegura que los ecologistas están equivocados. Asevera que todas las macro-vaquerías incluida la de Noviercas tenían que pasar el trámite de forma obligatoria y que el litigio emprendido por los ecologistas sólo va a perjudicar a las pequeñas explotaciones.