Las elecciones generales se juegan en las provincias, y en esta ocasión las pequeñas circunscripciones, en las que se eligen menos de 5 diputados, cobran un especial protagonismo, según valoran especialistas en el tema como Jesús Bachiller, responsable del área de Análisis Geográfico en la Universidad de Valladolid. Debido al sistema D'Hont, para sacar un diputado se requiere entre el 15 y el 18% de los votos, por lo que en estas provincias los partidos se juegan el conseguir o perder la representación. La irrupción con fuerza de nuevos partidos políticos, especialmente ahora en el caso de la derecha, que tradicionalmente se concentraba en un único partido, es lo que está motivando esta ruptura del bipartidismo y las mayorías absolutas. Esta situación ha llevado a que se produzcan estrategias nunca vistas en la historia de la democracia española, como que partidos habitualmente mayoritarios como el Partido Popular soliciten a estos nuevos partidos, como Vox, que no se presenten en las pequeñas circunscripciones para evitar que la atomización del voto les haga perder la representación a favor de la izquierda. Una estrategia que pone en jaque el espíritu democrático, según observa Bachiller, ya que se pierde la equidad entre las diversas provincias y los votantes se exponen a no contar con las mismas opciones de voto entre unas y otras provincias.

En el caso de Soria, que es la circunscripción más pequeña con tan solo dos escaños, las encuestas indican que va a continuar la tendencia de que se obtenga un diputado del PSOE y otro del PP, pero según advierte Bachiller, las encuestas pueden equivocarse, gran parte de electores eligen su voto en el último momento y puede haber sorpresas.