Bajan un 15% los accidentes en el trabajo en la provincia

Nuria Zaragoza
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Los sindicatos alertan de que la prevención del COVID-19 no debe desplazar al resto de la prevención laboral y piden más inspectores de Trabajo para asegurar el control del cumplimiento de la ley

Bajan un 15% los accidentes en el trabajo - Foto: Eugenio Gutiérrez MartÁ­nez

La siniestralidad laboral no da tregua y el año pasado [a falta de los datos de diciembre] se registraron en la provincia más de 2.700 accidentes laborales. Según los datos facilitados por UGT, que contabilizan tanto los accidentes con baja laboral como los notificados que no han precisado baja, la cifra más grave está en los siete trabajadores que perdieron la vida en Soria en su puesto de trabajo o en el trayecto a él. 

La cifra supone que la siniestralidad laboral, en términos generales, se ha reducido un 15% respecto al mismo periodo de 2019 y, por tanto, hay una clara lectura positiva. No obstante, dos cuestiones nos llevan a analizar los datos con cierta perspectiva y hacer una valoración no tan optimista. En primer lugar, que la mortalidad laboral se ha disparado de forma preocupante.«De dos accidentes mortales en 2019 a siete en los once primeros meses del 2020 (cinco dentro de la jornada de trabajo y dos in itinere), es decir, un 200% más». En segundo lugar, el análisis de los datos en el contexto general: «Comparándolo con la reducción de la actividad que ha habido, ese 15% es un porcentaje demasiado bajo. Hay que tener en cuenta que hubo tres meses de confinamiento donde solo se mantuvo la actividad esencial. Solo con eso ya tendría que ser un 25% menos. Pero, además, hay que tener en cuenta que el sector servicios, con las continuas restricciones, ha trabajado al 40-50%; que hay mucha gente teletrabajando y eso supone menos desplazamientos; que muchos negocios no han retomado el cien por cien de la actividad....», advierte la secretaria de Salud Laboral y Política Social de UGT en Castilla y León, la soriana Azucena Pérez, quien hace un apunte más:«Soria es la tercera provincia de Castilla y León donde menos ha bajado la siniestralidad, por detrás de Zamora (12,52%) y Valladolid (14%)». 

A la vista de estos datos, su conclusión es clara: «La siniestralidad se ha comportado como esperábamos y, obviamente, al caer la actividad se ha reducido, pero no en los porcentajes que debería. Y, sobre todo, hay un ‘debe’ en Soria y en la Comunidad que no podemos perder de vista, y es la mortalidad. Los accidentes graves y  mortales son por causas evitables:aplastamientos, caídas de altura, golpes... Son las mismas causas que ya se contemplaron cuando se aprobó la Ley de Prevención de Riesgos Laborales de 1995, es decir, estamos igual que hace 25 años», recrimina.

No obstante, Pérez hace también un apunte en positivo:«En Soria se ha seguido diagnosticando enfermedades profesionales, cuando la bajada de la Comunidad es de casi el 38%. Hay indefensión sí, pero en Soria se están haciendo bien las cosas y hay que reconocerlo». Y, en este sentido, apunta un dato: «En Soria se notifican las mismas enfermedades profesionales que en Valladolid, cuando es evidente que la actividad laboral allí en mucho mayor que la soriana». 

deberes. La pandemia ha empañado todo, y también la siniestralidad laboral. «Lo urgente ha desplazado a lo importante, que es la prevención de riesgos laborales. La empresas se han centrado en la COVID-19 y han dejado de lado la prevención habitual, lo que no es COVID», denuncia la secretaria regional de Salud Laboral de UGT. Por ello, urge «combatir» la siniestralidad desde la prevención y, para ello, propone hacer «mucha pedagogía en los empresarios» para que «interioricen que la prevención es una inversión, no un gasto». Además, recuerda, «hay ayudas y subvenciones ahora para ello desde la Junta». 

En este sentido, insiste en la necesidad de «más formación; más medidas colectivas siempre que sea posible y, cuando no, más medidas individuales;más y mejores equipos;más protección...». No se olvida de otro «debe», «las evaluaciones de riesgos psicosociales». Porque «todo está interrelacionado», avisa, y el estado anímico y emocional también afecta al trabajo. Y, en esta línea, avisa, se prevé un año «duro» con «ERTE, ERE, contratos de extinción...», con «una situación económica que no es adecuada ni para los empresarios ni para los trabajadores», por lo que insiste en la necesidad de evaluar todos los riesgos (físicos y emocionales) en conjunto.

consecuencia de la pandemia. En similares términos se pronuncia el secretario general de CC. OO. en Soria, Javier Moreno, quien apunta también a «la disminución de la actividad» como «consecuencia de la pandemia» como causa de «la reducción de los accidentes leves y graves en 2020 respecto del mismo periodo de 2019». No obstante, él no entra a valorar si el descenso de la siniestralidad es proporcional o no al descenso de la actividad ya que, considera, sería necesario «hacer un análisis más detallado, sector por sector y empresa por empresa» puesto que, advierte, «es cierto que hay sectores como el servicios que se han visto muy afectados pero otros, como la agricultura o la construcción, que no han bajado su actividad». 

Comparando los datos hasta noviembre con el mismo periodo de 2019, el portavoz de Comisiones Obreras en Soria cuantifica en 1.003 los accidentes leves registrados en la provincia, «un 15,22%menos con respecto al año anterior» y destaca «un descenso en todos los sectores». En cuanto a los graves, contabiliza once siniestros, «un 21,43% menos que en 2019, con un descenso en todos los sectores salvo en servicios, donde ha aumentado un 25%». Yen lo que se refiere a los mortales, especifica, «se trata de cinco dentro de la jornada de trabajo, tres en el sector agrario, uno en construcción, uno en servicios; y dos in itinere». Al margen de estos datos, avisa, «no podemos olvidar que, sobre todo en el caso de los accidentes leves, no todos están declarados. Muchas veces no se da parte de ellos y no queda constancia por el miedo a perder el trabajo, por miedo a represalias... Por tanto, hay unos datos oficiales pero somos conscientes de que hay muchos más accidentes», alerta. 

Aun sin contabilizar esta siniestralidad oculta, «sigue siendo una cifra muy elevada», lo que deja en evidencia, a juicio de Moreno, que «muchas empresas siguen sin entender que es necesario evaluar las medidas organizativas del trabajo y el ambiente del trabajo, porque los datos nos demuestran que los accidentes se producen por falta de medidas preventivas y todos se podrían evitar, o al menos minimizar el riesgo, con una prevención adecuada». Apunta así, como su compañera de UGT, al «error» por no entender la prevención como una «inversión en la salud de sus plantillas». 

Para el secretario general de Comisiones también la pandemia ha hecho que se pierda el foco y, critica, «muchas empresas han aprovechado el COVID para, escudándose en ello y en las medidas preventivas que ha sido necesario adoptar como consecuencia de la pandemia, descuidar el resto de prevención. Eso no debe ser una excusa», avisa. 

Y, en este sentido, tanto CC. OO. como UGTinstan a reforzar las plantillas de la Inspección de Trabajo ya que la pandemia ha «descubierto» que son «muy deficitarias» y, al centrarse en el COVID, se ha dejado de lado el control del resto de la prevención. Y, si es necesario, «implementar las sanciones» porque «las empresas tienen que cumplir la Ley de Prevención y hay que tomárselo en serio para reducir la siniestralidad laboral», advierte Moreno.