Bodas Reales, un mes fuera de casa y sin saber hasta cuándo

Ana Pilar Latorre
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El desalojo del número 3 de la calle se produjo hace un mes, el plazo que dio el Ayuntamiento a los propietarios del número 1 para reparar las fisuras de la medianera

Bodas Reales, un mes fuera de casa y sin saber hasta cuándo - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

Los diez vecinos del portal número 3 de la calle Bodas Reales continúan sin poder regresar a sus casas cuatro semanas después de que los técnicos del Ayuntamiento de Soria detectaran el crecimiento de una fisura en la parte superior de la medianera del edificio colindante (el número 1). El 10 de junio se ordenara el desalojo de cuatro viviendas (un segundo a la derecha del portal, un tercero centro y dos cuartos a la izquierda y la derecha, tanto en propiedad como en alquiler) por peligro de derrumbe, es decir, que pueda vencer el muro dañado sobre las otras viviendas, pero no se teme, por el momento, por la estructura del inmueble. Hay fisuras pequeñas en la fachada exterior, pero la más preocupante es la que está en el muro que da al patio interior. La medianera queda al aire, al ser más alto el edificio dañado, en la parte superior de esta calle inclinada, que el que está en riesgo; y la lluvia es un factor que agrava la situación. La estructura del inmueble es de hormigón armado con viguetas cerámicas, según la Inspección Técnica de Edificios de 2018.

La voz de alarma la dio un vecino de la calle Santa Clara, que contempló la grieta desde el patio interior de la manzana de edificios, se dio aviso a una empresa constructora y al Ayuntamiento, que tomó las medidas necesarias para procurar la seguridad de los vecinos del bloque que está al lado del dañado (construido en los años 40 y antiguamente el Sanatorio 18 de Julio) y en una calle en pendiente pronunciada. Sin embargo, no se decidió desalojar a los inquilinos del número 1 (de los años 80). Las viviendas que más peligro corren son las de la parte izquierda, la más próxima a las grietas, según explican los afectados del número 3.

Los vecinos con los que ha podido contactar El Día de Soria apuntan que lo que creían que iba a ser una semana fuera de sus casas se ha convertido en un mes desde que salieron de sus viviendas llevándose solo lo necesario. Igualmente, muestran su malestar porque no han recibido información sobre las opciones que tienen ni se ha iniciado ninguna actuación al respecto. Hay que recordar que el Ayuntamiento dio a los propietarios del edificio dañado el plazo de un mes para comenzar la reparación. Los vecinos afectados están estudiando las medidas a tomar, como presentar una denuncia, al tiempo que la otra comunidad de propietarios estudia presupuestos para realizar una actuación que no se presenta nada fácil debido a lo arriesgado de apoyar cualquier tipo de maquinaria en el edificio. También entran en juego las aseguradoras, ante un problema que requiere una solución urgente para evitar cualquier tipo de incidente. Será la del número 1, el edificio en el que debe actuarse, la que también deba decidirse cuanto antes.

Bodas Reales, un mes fuera de casa y sin saber hasta cuándoBodas Reales, un mes fuera de casa y sin saber hasta cuándo - Foto: Eugenio Gutierrez MartinezEn cuanto al Ayuntamiento, al tratarsede un edificio privado, lo que hace es «vigilar el cumplimiento de la actuación que precisa». Por ello, todavía no se realiza ninguna valoración sobre la situación de este edificio ubicado en el barrio del Calaverón. Se requirió a la propiedad del inmueble que proceda a su reparación o sujección de la pared a la estructura del edificio o el desmontaje y la nueva realización con medidas de seguridad. Al parecer, la obra debería realizarse con grúa para evitar cualquier apoyo en los edificios e ntervenir en la estructura también sería muy complicado. Parece que no hay riesgo de derrumbe en cuanto a la estructura, sino que el peligro está en que parte del revestimiento de la fachada se venga abajo. Por eso sería necesario demolerla de manera controlada. Una solución nada fácil.

gravedad. Los vecinos son conscientes de que es un problema grave. «Debe haber varias posibilidades: que si apuntalar, que si tirarlo, subirse al tejado a ver qué hacen...», detalla Pablo Ramón, uno de los inquilinos. Vive en el tercer piso con su novia y han tenido que ir a vivir con unos familiares. Reconoce que están bien, pero que quieren regresar a su casa, donde tienen sus cosas. Tras el desalojo del día 10 de junio, pudieron acceder a la vivienda el día 17, pero solo por un momento a por lo necesario. 

Abilio Ayllón vive en un cuarto con su hijo. Su otra hija, Beatriz Ayllón, cree que el problema «va para largo» y que quieren tener más información sobre la situación y las soluciones que se están barajando. Como Pablo Ramón, Beatriz cree que «no es normal que en un mes no se haya comenzado a hacer nada, ni siquiera empezar». En el caso de su padre, no ha podido regresar a su domicilio desde el 10 de junio, «el mismo día del desalojo tuvo que coger rápidamente lo más necesario». Pensaban que iba a ser para una semana, pero como ya hemos apuntado llevan un mes. Otra familia que residía en una vivienda de alquiler fue realojada en un hostal, pero ya han marchado y han buscado otra solución temporal.

La preocupación está ahí y los vecinos esperan tener pronto noticias de sus viviendas mientras han tenido que ubicarse con familiares. Lo principal, que no se produzca en este tiempo ningún incidente.