El alcalde de Soria, Carlos Martínez, consideró hoy que es imposible precintar o cerrar espacios públicos en Soria como la Dehesa, las márgenes del Duero, o el monte Valonsadero, lugares en los que se concentran los jóvenes, por lo que el Ayuntamiento, en cumplimiento de la normativa sanitaria vigente, intenta reforzar la vigilancia en esas zonas para evitar los botellones y las aglomeraciones de gente.

"Es muy difícil poner puertas al campo y no se puede plantear un cierre perimetral a los espacios naturales, por ello, sustituimos el cierre con la presencia física de agentes para evitar grandes aglomeraciones", destacó.

Asimismo, en colaboración con las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado, el Consistorio refuerza la vigilancia en los locales de hostelería a la hora de cierre para evitar las aglomeraciones de jóvenes. 

Martínez abogó por no demonizar a los adolescentes, ya que toda la sociedad, en general, a veces, tiene cierta dosis de relajación, y reiteró la necesidad de no poner el foco en determinado grupo etario que cumple, como los demás, la normativa vigente.

El regidor soriano aseguró que el comportamiento del sector hostelero es impecable y el único problema es cuando cierran los bares y se acumula la gente en el exterior, sobre todo, los fines de semana y días festivos. "La sociedad se está comportando y tiene un grado de cumplimiento exquisito", indicó.

Asimismo, precisó que es normal que en Soria se vea ahora mucha más gente en la calle por la calles de la ciudad, ya que la población en la ciudad incrementa de forma sustancial, tal y como indica el consumo de agua, que se ha duplicado en el último mes.  "En Soria en verano hay mucha más concentración de población, pero creemos que podemos resolver la quinta ola sin presión hospitalaria", concluyó.