Andando sobre las aguas del Duero

Beatriz Jiménez
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Dos cursos de la campaña deportiva municipal para el verano enseñan cómo mantenerse en pie sobre una tabla, con un remo, para surfear el río

Andando sobre las aguas del Duero - Foto: Javier Ródenas Pipó

La sensación, cuentan, es la de andar sobre las aguas. «Como Jesucristo», resume Mariano, el monitor de la clase, que destaca que la zona del Soto Playa es «una superficie idónea para empezar porque el río es como una plancha y ayuda mucho a comenzar con los equilibrios  y aprender a ir contrapesando con el propio peso».  Habla del paddle surf y el stand up paddle, dos modalidades deportivas acuáticas  que consisten en mantenerse en pie en una tabla, con un remo de una sola pala, «para navegar y surfear por el río Duero», según oferta el programa deportivo del Ayuntamiento de Soria para el verano. 

Mª Eugenia, Cristina y Lorena son sus alumnas en esta tranquila tarde a orillas del Duero. Cuentan las chicas que falta otra integrante del grupo, Ana. Solo llevaban dos clases, esta del martes era la tercera, pero las tres amigas ya se mostraban muy seguras sobre las tablas. Habían cogido las tablas en el pequeño almacén cercano y fácilmente se subieron a ellas y en un segundo estaban en el río, paleando para seguir las instrucciones del monitor e imitando sus posturas. 

Hay dos tipos de tablas, unas anaranjadas con más peso y otras blancas más ligeras, que son las elegidas por las chicas. «Cuanto más avanzas en las clases, la tabla es más ligera, más nerviosa. El menor peso te permite maniobrar más, coger velocidad... aunque aquí en ningún momento se trata de correr o competir, estamos para disfrutar del deporte y de la naturaleza. Darnos cuenta de la maravilla que tenemos aquí», tercia Mariano. 

El suave viento lleva a las tablas hacia la corriente. Es hacia donde quería dirigirlas Mariano, que prefiere no hablar de cifras [cuando se le pregunta por cuántos kilómetros de río recorrerán] sino más bien de las sensaciones del lugar y el entorno. A pesar del aire, las chicas pronto consiguen dominar las tablas con su propio cuerpo o las palas y surfean siguiendo a Mariano. Comienza el paseo caminando por el Duero. «Les enseñaré una garza real y unos buitres jóvenes que hay aquí cerca, es un paseo estupendo», había adelantado Mariano, destacando la unión de deporte y naturaleza que conlleva esta modalidad. «Es muy agradecido porque en la primera clase ya te das cuenta de que eres capaz de hacer cosas que hace un rato no sabías...y además tienes la sensación de ser como Jesucristo, andas por las aguas», asegura. 

Las alumnas se muestran de acuerdo, y están contentas de haberse animado a apuntarse a esta actividad, que el Ayuntamiento lleva ofertando tres veranos. Mariano también destaca que no hace falta estar especialmente en forma para practicar paddle surf: «La gente que se apunta suele ser deportista, pero no tiene por qué, está abierto a todo el mundo y todo el mundo puede hacerlo». 

Preguntadas por el esfuerzo que suponen las clases, de dos horas de duración, las chicas explican que  «el cansancio es más psicológico que físico, porque tienes que ir muy centrada en el equilibrio», sobre todo al principio. «Al final te das cuenta de que si vas tranquila disfrutas más y te cansas menos. Si vas nerviosa, en tensión, al final terminas más cansada», cuenta Lorena. «Además, rápidamente vas cogiendo confianza y en seguida disfrutas de todo, el entorno, la naturaleza... vas caminando en el agua», coincide con su monitor de hoy. «Si te cansas, siempre puedes parar y sentarte en la tabla. Es un disfrute, vas centrada en ti y disfrutando del río», concluye.

«Al final es también un trabajo en grupo porque se necesita el apoyo y el ánimo de todos, la ayuda si se te cae la pala o te caes al río... Que el ambiente sea bueno para disfrutar, porque tenemos unos 16 kilómetros de río, a un lado y otro, que son una verdadera maravilla y donde es un placer practicar cualquier tipo de deporte acuático», tercia Mariano.

oferta acuática. Las clases de stand up paddle y paddle surf completan con piragüismo la oferta acuática dentro de la campaña deportiva municipal para el verano. De paddle surf solo hay un grupo en cada turno, con diez plazas. En el stand up paddle se ofertan un total de 30 plazas para los tres grupos de cada turno, divididas en niños de 10 a 14 años, de 14 a 17 y adultos mayores de 18 años. Los niños, cuenta otro de los monitores, «en seguida se hacen con la técnica y se lanzan a correr por el río». El simplemente andar por las aguas se les debe hacer aburrido...