Soria no encuentra trabajadores pese a tener 3.000 parados

Nuria Zaragoza
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Los empresarios hablan de «paro estructural» y alertan de que esta situación está lastrando ya el crecimiento de la provincia.Los sindicatos niegan a la patronal y creen que el problema se solventa con trabajo estable, de calidad y subiendo salarios

Soria no encuentra trabajadores pese a tener 3.000 parados

El engranaje del mercado laboral no logra ensamblarse en Soria. La patronal muestra su «preocupación» tras constatar las dificultades  de los empresarios sorianos para cubrir determinados puestos de trabajo y alerta ya de que esta situación está «lastrando el crecimiento de la economía de Soria» en dos sentidos:porque los problemas para encontrar mano de obra suponen un «handicap para la implantación de nuevas empresas» y, también, porque «las que hay ya instaladas se replantean sus procesos de ampliación y expansión en Soria». 

La Cámara de Comercio e Industria cifra en 1.657 los empleos que se generarán en el plazo 2019-2021 y advierte de que «el 70% de las empresas manifiesta que tendrá problemas para contratar». En la misma línea, FOES (Federación de Organizaciones Empresariales Sorianas) estima que «dos de cada tres empresas sorianas (65,6%) tiene previsto contratar nuevo personal durante los próximos dos años» y prevé que el 45,5%tendrá complicaciones para encontrar empleados autóctonos, una barrera que es aún mayor en el medio rural (56,3% en los pueblos frente al 34,1% de la capital).  

Al otro lado del espejo, los datos de los servicios públicos de empleo, que dejan en evidencia que en Soria había el pasado mes de septiembre 5.164 demandas de empleo pendientes, de las que 3.107 eran de personas paradas. También, los datos de población activa, donde se observa que en los últimos dos años Soria ha perdido 2.200 personas de 16 o más años disponibles o en condiciones de incorporarse al mercado laboral. 

¿Por qué las empresas no logran encontrar empleados cuando hay supuestamente 3.000 personas buscando empleo? ¿Por qué se va nuestra mano de obra fuera si hay trabajo? ¿Cuál es la problemática para que oferta y demanda no cuadren? 

Sindicatos y patronal se alejan en el diagnóstico. Mientras los primeros ponen el foco en la calidad del empleo; los empresarios hablan de un problema estructural, demográfico, de un paro «mínimo» que no ofrece masa crítica laboral suficiente para cubrir las necesidades, y de una disociación entre formación y empresa.

salarios ¿la clave?. Para el secretario de organización de UGT-Castilla y León, Óscar Lobo, dos cuestiones justifican esta problemática: «Soria es una de las provincias con los salarios más bajos recogidos en los convenios colectivos (a algunos incluso les ha pillado el salario mínimo interprofesional), y Soria presenta un precio elevado de la vivienda y un coste de vida alto». Así las cosas, sintetiza, «o Soria mejora la oferta, tanto en los puestos cualificados como en los no cualificados, o lo tiene difícil». Y alude a tres aspectos: salario (poder adquisitivo), estabilidad en el empleo (garantías) y buenas condiciones laborales. 

La conclusión es compartida por Comisiones Obreras. Su secretario general en Soria, Javier Moreno, lo tiene claro:«La solución es que la patronal mejore las condiciones laborales». Porque «las personas nos movemos buscando menores condiciones de vida, laborales...». Y pone un ejemplo: «Estamos viendo cómo nuestros jóvenes se van a otros países que les ofrecen la posibilidad de ser contratados en puestos relacionados con sus titulaciones. ¿No van a ser capaces de venirse aquí desde otra provincia? Pero hay que darles garantías. Nadie se mueve de su zona de confort por un mal trabajo», avisa. 

En cuanto a las previsiones de empleo que anuncian los empresarios, Moreno admite que no coinciden con los datos que manejan los servicios públicos de empleo. En este sentido, recuerda, el Ecyl celebra mensualmente una comisión donde participa CC.OO., UGTy la patronal. «Allí se analizan los datos, lo que sube, lo que baja, los sectores, las peticiones para los puestos de difícil cobertura... y allí realmente no se han expuesto estos datos», asegura. 

No cuestiona que sean irreales ya que, asume, puede ocurrir que las empresas hagan las ofertas de empleo por otros medios pero, considera, «lo razonable sería gestionar esos puestos a través del Ecyl». 

El secretario de Comisiones reconoce que Soria está generando empleo, pero «de poca calidad (contratos temporales y contratos parciales)» y, además, «igual que creamos empleo, lo destruimos y, dependiendo de la época del año y del sector, se genera o destruye más». A su juicio, que haya 3.000 parados en Soria, con una población de 89.000 habitantes y una población activa de 44.000, es «mucho». Porque, además, «no logramos bajar de ahí», lamenta. 

paro «estructural». Desde la patronal niegan la mayor. «Me niego a comprar el argumento de que en Soria se paga poco», afirma el presidente de la Cámara, Alberto Santamaría, quien pone varios ejemplos de ofertas de hostelería que se han publicitado recientemente en Madrid y Soria sin apenas diferencia salarial. «Madrid absorbe todo pero no es porque paga mucho más, porque además allí el coste de vida allí es mucho más alto. Es porque a Soria cuesta venir», reduce. 

A su juicio, el problema no se puede simplificar a una cuestión de salarios ya que «son muchas variables» que deben trabajarse en conjunto. No obstante, apunta a dos aspectos que, desde su punto de vista, son importantes para entender esta problemática. Por un lado, las escasas opciones que ofrece Soria para el «desarrollo de la carrera profesional» de los jóvenes cualificados, de modo que acaban yéndose en busca de promoción y, una vez asentados fuera, el retorno no es sencillo. Por otro, sugiere la cuestión poblacional: «Es un problema de que falta masa crítica en Soria. Al final, aquí somos pocos para todo», sintetiza, tratando de dejar en evidencia que la falta de población conlleva menos paro, menos opciones para contratar, más dificultades para encontrar determinados perfiles, estadísticas a veces distorsionadas... Por ello, aboga por «no buscar culpables», «no señalarnos», y «buscar soluciones entre todos».

También la directora de FOES, Marian Fernández, se muestra contrariada con las justificaciones sindicales que vinculan la pérdida de población con las condiciones del mercado laboral. «Es incierto. Según datos reales de la Agencia Tributaria, el salario medio en Soria es de 18.112 euros. En Cádiz es de 15.418 euros.Aquí tenemos una densidad de población de ocho habitantes por kilómetro cuadrado, mientras que en Cádiz es de 10.399. Allí tienen un paro que roza el 27%», mientras que aquí es del 7%, puntualiza, al tiempo que reprende a los sindicatos por decir que Soria tiene los convenios más bajos. «Es verdad que son más altos en Madrid, pero las empresas no pagan por convenio.El convenio es el mínimo legal y, a partir de ahí, está la ley de la oferta y la demanda», indica, recordando que, precisamente por esta situación, en estos momentos en que hay mayor demanda en Soria los salarios son susceptibles de ser más altos.  

Desde su punto de vista, la interpretación de los datos del paro debe hacerse desde otro prisma. Porque, considera, una tasa del 7% es «baja» y, por pura estadística, menor tasa de paro implica menos posibilidades de encontrar trabajadores, lo que para las empresas es «un problema», reconoce. 

A mayores, Fernández invita a hacer un análisis de la estructura del paro:«De esos 3.000, 1.506 son mayores de 45 años, un colectivo de difícil colocación, y cerca de 400 menores de 25, entre los que se encuentran muchos jóvenes que estudian y están apuntados pero realmente no están interesados en trabajar». A estos añade amas de casa, mayores que están ya al final de sus años de cotización y ‘tiran’ de prestaciones sociales hasta jubilarse, gente que prefiere cobrar el paro... «De esos 3.000 parados, ¿cuántos realmente quieren trabajar?», se pregunta. 

No cuestiona los sistemas de protección social para las personas sin empleo ni la libertad de las personas para elegir cuándo y donde quieren trabajar pero lamenta que estos sistemas actúen en ocasiones como ‘inhibidores’ en el mercado laboral. En este sentido, considera Fernández, el sistema de ayudas debe tener vocación de temporalidad. Y, admite, «es mejorable». 

«Es verdad que hay paro pero la práctica nos dice que las empresas piden trabajadores y no se cubren sus demandas. Es posible que las herramientas con las que contamos  [en alusión a las oficinas públicas de empleo] hayan tocado fondo. Porque las oficinas de empleo trabajan con lo que tienen pero, cuando el paro es tan bajo, realmente no se ajusta a la realidad», apunta por su parte Santamaría, quien habla de un «paro estructural» que dificulta encajar oferta y demanda. Porque quienes están en ese tramo no quieren trabajar. O por la inadecuación técnica de los trabajadores a las vacantes. 

Desde los sindicatos se niegan a «meter a todos en el mismo saco» y creen que la interpretación de la patronal es arbitraria. «Aproximadamente 2.000 parados son del sector servicios  [769 de restauración] y, según dicen los empresarios, la hostelería es uno de los sectores donde más cuesta encontrar trabajadores. El problema igual no es que no haya parados que quieran trabajar, es que si ofrecen contratos a tiempo parcial, salarios bajos, condiciones pésimas... eso no ayuda a que las personas se queden a trabajar», alerta. 

 Extraer conclusiones resulta complicado cuando las posturas son tan dispares e intervienen tantos factores.   Ante esto, los datos objetivos...