Manuel Olmedo está de nuevo dando vueltas en las pistas del CAEP, entrenando en el duro Valonsadero, buscando con 36 años un último reto en su carrera, «quiero darme una última oportunidad y entrenar en las mismas circunstancias que tuve desde 2004 a 2013, con el mismo entrenador», Enrique Pascual Oliva, para conseguir un objetivo tan ambicioso como posible para un atleta de su calidad, «clasificarme para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, ese sería un broche de oro para cerrar mi carrera».

Por esto ha vuelto a Soria tras tres años de lesiones debido a su operación por el síndrome compartimental, «no quería retirarme con el sabor agridulce de no haber sido competitivo o no haber disfrutado corriendo. No podía dejarlo así con todos los momentos que he vivido en este deporte. Volver no me da la certeza de estar en los Juegos Olímpicos», serían sus terceros tras Atenas y Pekín, «pero al menos lo tengo que intentar».

La mejor respuesta.  A la hora de plantearse el volver a ser competitivo tras tres años, Manuel Olmedo hablaba con Enrique Pascual Oliva y le hacía una pregunta, «tú crees que sigo valiendo?», la respuesta del entrenador era clara, «sí, tu problema no es un tema físico, sino metal». El atleta sevillano es rotundo, «estoy completamente de acuerdo con él, de hecho he vivido circunstancias en 2018 de llegar a coger una buena forma y no ser competitivo porque no tengo la seguridad adecuada».Eso puede cambiar en Soria, «me lo va a aportar el grupo de entrenamiento y, por supuesto, Enrique Pascual Oliva».

La mayor duda es saber si un atleta de 36 años y que en los tres últimos no ha entrenado profesionalmente, puede lograrlo. «Estos años en Sevilla hacía una sesión diaria y aquí ya hemos comenzado con doble sesión y series en Valonsadero». Unos meses en los que reconoce que «está siendo duro pero estoy concienciado de que es lo que hay que hacer, que es algo que ya hice en su día, que funciona y que hay que volver a hacerlo». Un juego de palabras que tiene constantemente en su mente, trabajando precisamente la faceta mental. La física ya la conoce,«siempre digo que mis capacidades para el 1.500 siguen siendo las mismas». Físicamente se siente «como con 20 años, pero hay que matizar que no recupero igual, ahora escucho al cuerpo y eso me lo han enseñado las lesiones».

El reto.  Ahora debe volver a ser rápido..., muy rápido.«Vemos que hay gente con más de 35 años que sigue haciendo marcas personales, la alimentación, los entrenamientos..., todo eso ha cambiado e indica que es posible conseguirlo». Pero este reto no solo depende de él. Adel Mechaal, Kevin López y Jesús Gómez. Estos tres atletas estuvieron en el Mundial y son precisamente tres las plazas para los Juegos Olímpicos, «si estoy aquí es porque creo que les puedo ganar», rotundo, «es una tarea difícil pero un atleta competitivo tiene que creer en ello».

Mira ahora al horizonte con el Mundial de Pista Cubierta de marzo más allá de donde se pone el sol, «es muy complicado porque hay pocos meses. Si estuviese allí pensaría incluso en una medalla en Tokio», comenta con una sonrisa,  «pero si no estoy bien me centraré en la mínima y en las pruebas nacionales». Así es Manuel Olmedo, a ambición no le gana nadie.