Ángel Casado acude a su puesto de trabajo en Ágreda procedente de Navarra. En esta jornada ha debido pasar un control tras el cierre perimetral de esa comunidad autónoma, "para eso tenemos un justificante laboral". Recuerda ahora una situación que ya vivió en el Estado de Alarma, "son unas circunstancias especiales que ya viví hace meses", aunque con diferencias, "ahora esos controles están en la frontera entre comunidades".

En la fábrica en la que trabaja se encuentra con José Antonio Ruiz, que ha vivido la misma situación, "te paran, te piden el justificante, te preguntan a dónde te diriges y si todo está bien no te ponen ningún problema". Su empresa ya les entregó el certificado laboral, "simplemente muestran tus datos y dónde trabajas" y es un papel que no pueden olvidar para volver posteriormente a Navarra, "estás expuesto a que si te paran y no tienes documentación, tengas algún problema.

También se deben adaptar a dos normativas distintas, "lo más complicado son los horarios, que ahora son distintos", lamenta Ángel, "la verdad es que intento ir del trabajo a casa y poco más, así me afecta menos". Para José Antonio es una locura, "en Navarra hay una normativa y en Castilla y León otra", relata, "cambian los horarios de cierre de comercios y en Navarra los bares y restaurantes permanecen cerrados".

Una jornada entre la Navarra confinada y Castilla y León

El camino inverso. Rafael Santa Clotilde protagoniza el camino inverso. El agredeño trabaja en un instituto de Navarra, "nos han dado un justificante en el centro para que en esos controles lo enseñes y puedas ir a trabajar y volver a casa". Recuerda además la particularidad de su municipio, "hay mucha incertidumbre porque estamos entre cuatro comunidades autónomas y debes estar informado para saber lo que te puedes encontrar en cada una de ella".

También debe adaptarse a las diferencias. En su pueblo puede tomarse un café en un bar, pero en Navarra, en las próximas dos semanas, la hostelería permanecerá cerrada, "cuando estoy en mi pueblo puedo hacer uso de la hostelería, pero en mi trabajo toca ahora llevarse el termo y un bocadillo, porque lo de ir a almorzar al bar se ha acabado", comenta con humor.

Unos van y otros vienen, pero todos ellos deben ahora adaptarse a un control fronterizo que se mantendrá, al menos, los próximos 15 días.