Formaba parte del programa electoral del Partido Popular de El Burgo de Osma durante la campaña del pasado año y tras acceder al equipo de Gobierno de la Corporación municipal, se pusieron manos a la obra para materializar su compromiso de incrementar el censo por encima de los 5.000 habitantes. «El Burgo tiene unos 5.300 habitantes y solo con pasar de 5.000 empadronados en cuestión de tributos del Estado supone más de 200.000 euros y se consigue además entrar en subvenciones que de otra manera no serían accesibles», explica Luis Cuesta, concejal de Cultura, Festejos y Asuntos Sociales. «La aportación económica en Planes Provinciales también va vinculada al número de población», por lo que el consistorio ha puesto en marcha una serie de  iniciativas para regular y fomentar el empadronamiento de sus ciudadanos a través de beneficios fiscales y sociales. Además, destaca que «lo triste es que muchos de los que residen en la localidad, esos de toda la vida, no estaban empadronados». 

La intención, insiste, es seguir acrecentando el censo de empadronados tras haber logrado en estos meses de gobierno aumentarlo en cerca de 200 personas, hasta un total de 5.102. El concejal explica que «es una labor del día a día, de convencer a toda esa gente afincada con comercios desde hace años, y que no venían a empadronarse. He hablado con todos ellos, casa por casa y tienda por tienda», detalla Cuesta. 

Maestros, jueces, guardias civiles, directores sucursales bancarias y sus familias han formado parte de las últimas incorporación al padrón. «Les hemos explicado y motivado para que se sientan partícipes dentro del municipio y aportarnos mutuamente». A día de hoy, todas las personas que viven en alguna de las residencias públicas para mayores de la localidad se encuentran empadronados. 

En cuanto a los motivos de los ciudadanos para no estar empadronados en la localidad, el Consistorio alude al traslado de las competencias en materia de salud a las comunidades autónomas como uno de ellos: «en provincias como Soria, cercanas a otras regiones, mucha gente ha decidido empadronarse donde entendían que tenían un mejor servicio», explican.

TARJETA PARA MARZO. El Ayuntamiento ultima un borrador de privilegios para la tarjeta ciudadana, que surgió como medida vinculada al asentamiento de población mediante la oferta de privilegios y preferencias a los ciudadanos que estén empadronados. «Tiene que estar en funcionamiento a finales de marzo como muy tarde», comenta el alcalde de El Burgo, Miguel Cobo, «sobre todo para cuando comiencen los cursos, campamentos o la piscina de verano».

El primer edil insiste en que la tarjeta ciudadana ofrece privilegios a los empadronados que serán objeto de una «mejora continua». Esta semana el ayuntamiento ha firmado un convenio con Castilla Termal para ofrecer a sus vecinos empadronados descuentos de entre el 10% y el 20% en estancias y tratamientos en los cuatro hoteles de la marca: Monasterio de Valbuena, Solares, Olmedo y, por supuesto, el radicado en El Burgo de Osma, a los que se añadirá un nuevo establecimiento que abrirá sus puertas en Burgos. «Descuentos ya aplicables aunque el control se hará de momento con el DNI», explica el alcalde. 

La primera edición de la tarjeta ciudadana irá sin chip, aunque la máquina impresora está preparada para insertarlo. «Hemos desestimado esta opción, al menos para este año, porque supondría una inversión de entre 10.000 y 12.000 euros adquirir el software, instalar terminales de control y lectores de tarjetas». De momento, la tarjeta se imprimirá con fotografía que necesitará la autorización de los padres para los menores y que «la hará personal e intransferible». Hasta el momento, el Ayuntamiento ha desembolsado unos 4.000 euros en la adquisición de la impresora y 6.000 tarjetas.

El concejal, Luis Cuesta, explica que la tarjeta dará acceso a las piscinas climatizada y no climatizada -además de un bono más económico- y a todas las instalaciones deportivas. Además, supondrá tener preferencia de participación en programas como Crecemos y talleres de empleo, en la compra de entradas para eventos musicales y festejos taurinos. Los empadronados podrán realizar actividades de forma gratuita o se valorará positivamente en la baremación para cualquier puesto de trabajo público. «En los Cursos Universitarios de verano Santa Catalina tendrán plaza preferente nuestros empadronados ya que son cursos que tienen mucha demanda y volumen de alumnos», explica el alcalde. Aunque algunos beneficios se pueden aplicar de forma inmediata, otros serán llevados a un pleno extraordinario para su estudio y aprobación definitiva.

Desde la Corporación mantienen su intención de negociar con empresas de transporte provincial e interregional que comunican El Burgo de Osma con Soria, Madrid o Zaragoza, una oferta más amplia en horarios de viajes. También los empadronados tendrían los billetes más baratos. Ahora el Consistorio se plantea la posibilidad de que la tarjeta ciudadana vaya vinculada a los propietarios de los vehículos que pagan el impuesto municipal en El Burgo con la intención de hacer zonas de estacionamiento gratuito para residentes, «porque en el mes de julio aparcar es imposible», comenta el regidor municipal.

BOLSADEVIVIENDA. Además de convencer a quienes ya residen en la localidad, el Ayuntamiento prepara un Plan de vivienda y trabajo para atraer población: «vinculando industria y vivienda, ya que hay mucha oferta de vivienda para rehabilitar y para poder alquilar pero no con interés de alquilar por parte de los propietarios». Entre esas medidas estaría la opción de generar una bolsa de vivienda de alquiler en cooperación con los propietarios, de forma que «marcaríamos los niveles de coste de arrendamiento y el sentimiento de protección para el arrendador». En este sentido, el primer edil plantea sacar una línea aval para «sujetar las posibles situaciones de desconfianza. No obstante, aún habría que solucionar las «carencias» del polígono industrial, «que  no tiene fibra óptica ni gas, con las dificultades que ello supone para atraer empresas que no tengan dichos servicios por su cuenta». Por ello, Miguel Cobo tiene previsto reunirse en próximas fechas con la Junta de Castilla y León y su presidente, Alfonso Fernández Mañueco, «conocedor de la situación», insiste.