La tecnología se ha convertido en un apéndice de la sociedad. Todo parece girar ahora a través de internet, nuestros teléfonos inteligentes, tablets y ordenadores. Nos informamos -y desinformamos-, nos comunicamos, relacionamos, compramos, vendemos, hacemos trámites administrativos, trabajamos, jugamos, y hasta ligamos, a través de la red de redes.
El uso generalizado de internet y las redes sociales ha hecho que los usuarios nos confiemos y bajemos la guardia a la hora de proteger nuestros datos y nuestra privacidad. Y, al mismo tiempo, los ciberdelincuentes han activado su ingenio para adecuar sus delitos a los nuevos hábitos sociales, lo que ha disparado los datos de ciberdelicuencia. Ahora la amenaza está también en la red.
En la provincia de Soria se registraron más de 2.300 infracciones penales en 2018 y hay un dato que llama la atención: descienden con carácter general prácticamente todo tipo de infracciones (violaciones, robos con fuerza, tráfico de drogas...), pero aumentan considerablemente las que se registran a través de medios telemáticos, especialmente las estafas, que se han quintuplicado en los últimos siete años.
La delegada del Gobierno, Virginia Barcones, dio la voz de alerta durante su última visita a la Comandancia de la Guardia Civil de Soria. Los datos, le dan la razón:entre enero y diciembre de 2018 se registraron en Soria 2.318 infracciones penales, un 0,7% menos que en 2017 (2.334);pero los delitos por medios telemáticos volvieron a crecer.
130 menos hurtos que en 2017. Por tipología penal, ha sido especialmente significativa la reducción de hurtos en Soria. El año pasado las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tuvieron constancia de 456 hurtos cometidos en la provincia (264 de ellos, en la capital). En 2017 se denunciaron 586 casos (340 de estos en la capital), es decir, 2018 cerró con 130 menos, un 22% menos. Es el dato absoluto más importante en cuanto a criminalidad registrada en Soria.
Cabe mencionar también la reducción de denuncias por agresiones sexuales con penetración. El pasado año no se registró ningún hecho conocido de este tipo, frente a los tres denunciados en 2017, lo que supone un descenso porcentual del cien por cien. También en los robos con violencia e intimidación el descenso porcentual ha sido importante, un 37,5% (pasando de 16 hechos conocidos en 2017 a diez en 2018). Y los robos con fuerza en domicilios han bajado un 26,5%, de 117 hechos conocidos en 2017 a 86 el año pasado.
Se han reducido también las infracciones penales relacionadas con tráfico de drogas (un 27%, de once a ocho casos), así como la sustracción de vehículos (un 20%, de 20 a 16 hechos conocidos en la provincia).
Pero no todo han sido datos positivos. Han aumentado las infracciones penales por delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria (de 32 a 42), así como los delitos contra la libertad e indemnidad sexual (sin penetración), que pasan de 10 a 13. El año pasado se registró además un caso de secuestro, un tipo de infracción penal hasta ahora no registrada en la provincia.
Y llama la atención también el aumento registrado en el «resto de infracción penales», es decir todo lo que queda fuera de las tipologías antes mencionadas y donde se incluirían los ciberdelitos. Han aumentado un 9,8%, de 1.465 hechos conocidos a 1608. Obviamente, no todos se refieren a actividad delictiva llevada a cabo mediante equipos informáticos o a través de internet (ciberdelitos). De hecho, de los 1.465 hechos denunciados en 2017, 258 serían los relacionados con la cibercriminalidad, según la información del Ministerio. No hay datos oficiales de 2018, si bien Barcones anunció un nuevo incremento.
Desde 2011 a 2017 la ciberdelincuencia ha aumentado en Soria un 316% (de 62 a 258 hechos conocidos). Es especialmente significado el incremento de estafas, que ha pasado de 34 a 220 en este periodo.
Afortunadamente, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado cuentan con cuerpos y profesionales especiales y se logra esclarecer una tercera parte de los hechos delictivos conocidos en la provincia.