La quinta ola se desboca en Soria

N.Z.
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Mil casos en quince días y «creciendo los ingresos»

La quinta ola se desboca en Soria

La quinta ola del coronavirus avanza desbocada en Soria y la mitad de la provincia está ya en «riesgo muy alto  o extremo», lo que quiere decir que la transmisión comunitaria no está controlada y sostenida y que excede las capacidades de respuesta del sistema sanitario. 

Esta semana, la quinta ola ha alcanzado cifras récord de contagio. Este martes se registraban 94 nuevos positivos y el miércoles 93, lo que recuerda a los picos pasados (el pasado 1 de febrero, en plena tercera ola, se llegó a 103 positivos;y el 22 de abril de 2020, en el momento más crítico de la primera ola, se alcanzaron 120).

En apenas quince días Soria ha sumado un millar de contagios nuevos de COVID-19, lo que supone que en solo dos semanas se ha infectado el 1,1% de la población. Es un porcentaje demasiado alto, máxime si tenemos en cuenta que el 65 % de la población vacunable (doce o más años de edad) tiene la pauta completa, lo que representa el 59 % de la población total de la provincia. 

de dos a cien brotes en un mes. Los brotes, que hace apenas un mes eran dos, llegan ya casi al centenar. Hay decenas de personas en aislamiento y cuarentena en Soria, y lo peor es que la situación no tiene visos de mejorar. «Tenemos un grave problema epidemiológico porque se está produciendo una cantidad de contagios que nos sorprenden y, además, es que no para. Al final, si no hacemos algo y no tomamos medidas, creo que se va a acabar contagiando toda la población no vacunada, y algunos de los vacunados», avisa el gerente de Asistencia Sanitaria en Soria, Enrique Delgado. 

En este sentido, recuerda que la experiencia nos ha demostrado que «solo hay dos medidas para acabar con esta pandemia: vacunas,y aislamiento social y evitar el contacto». 

vacuna en menores de 30. En cuanto a las vacunas, «en Soria ponemos todo lo que nos llega, aquí no hay vacunas guardadas», destaca el responsable sanitario, quien repara que Soria es la provincia con mayor porcentaje de dosis administradas respecto de las recibidas (el 95%).  No obstante, admite también, «no vamos tan rápido como nos gustaría». El problema no es de capacidad ni de disponibilidad de los equipos de vacunación, sino de falta de dosis.  

«Al principio se creía que con un 60-70% de la población vacunada se lograría la inmunidad de grupo, pero estamos viendo que no. En Soria estamos ya en el 60% y, sin embargo,  se transmite el virus, y mucho», reconoce, asumiendo que es «otro de los errores» en los que se ha caído. «Habría que avanzar más, pero llegan pocas vacunas para lo que necesitamos», reconoce sin tapujos. 

El gerente soriano no entra a valorar el reparto porque entiende que se hace «una distribución con criterios objetivos», pero sí insiste en que «en Soria necesitaríamos más» y advierte también que en las últimas semanas se han reducido de forma notable las dosis recibidas: «No es algo exclusivo de Soria. Castilla y León ha pasado de recibir 130 bandejas semanales a 70. Son la mitad y, teniendo en cuenta que hay que poner segundas dosis, no llega para poder avanzar en nuevos grupos», asume. 

Ante este escenario, anuncia: «Necesitaríamos acabar con los de 30-39 y empezar con los de 20-29 años, pero me temo que con los suministros actuales al menos en dos o tres semanas no vamos a poder empezar con los menores de 30 años».  

mantener la mascarilla. En cuanto al aislamiento social, la segunda medida que, a su juicio, es básica para poder acotar esta quinta ola, advierte que «hay que seguir usando la mascarilla digan lo que digan, tanto dentro como fuera; hay que seguir manteniendo la distancia social; y hay que evitar el contacto». «Entiendo que son 18 meses de pandemia y esto se hace ya una pesadilla pero, si algo hemos aprendido en las cinco olas, es eso, que esto solo se combate limitando los contactos sociales y con la vacuna», sentencia, haciéndose eco [pero de manera más diplomática] de las palabras del propio vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, que esta semana reconoció que «somos idiotas» por no haber respetado mantenido lo aprendido en este año y medio de pandemia.

el 34%, veintenañeros. El perfil de la ya denominada quinta ola joven se mantiene: el 77,6% de los contagiados en el último mes son menores de 40 años. En concreto, de los 1.129 nuevos casos diagnosticados este mes de julio, el 6,27% son niños de entre cero y nueve años; el 22,65% tienen entre diez y 19 años; el 33,73% son veinteañeros (20-29 años); el 15% están en la treintena (30-39 años); el 9,41% superan la cuarentena (40-49 años);el 5,88% tienen entre 50 y 59 años;el 3,92% entre 60 y 69 años;el 1,67% entre 70 y 79;y el 1,47% más de 80 años. 

«La media de edad de los últimos contagios es de 25-26 años, pero hay incluso niños. La mayoría son menores de 35 años no vacunados, o personas que esperan la segunda dosis. Y, luego, hay un grupo de vacunados, pero no muchos», concreta el gerente. 

Sobre esta población vacunada susceptible de infectarse, el responsable sanitario explica, basándose en los estudios que ya existen al respecto, que se estima que se infectará «un 5,5% de personas que habían recibido la pauta completa». A su juicio, es un porcentaje «no excesivo» que evidencia que «la vacuna inmuniza mucho». «Si no hubiera vacuna, ahora mismo estaríamos en una situación mucho peor que la de marzo del año pasado», alerta. Aún así, expone también los datos para dejar claro el riesgo:«Si nosotros llevamos 55.000 personas vacunadas, un 5,5% supone 2.500-3.000 personas susceptibles de contagiarse. Si todas las personas a su alrededor se contagian, estas personas van a acabar enfermando también. Son muchas», repara. 

«El riesgo ahora es enorme. Porque la transmisión del virus entre las personas no vacunadas es tremenda, porque estas variantes de ahora son muy contagiosas... Cuando hacemos los rastreos lo estamos viendo, en cuanto ha habido un evento social, una reunión, una comida, un acto de estos multitudinarios que hay... a los pocos días empiezan a salir positivos. Yo creo que en este momento hay que tener miedo, y no solo las personas jóvenes no vacunadas, sino incluso entre sus mayores, porque puede haber personas que no han alcanzado la inmunidad suficiente y estén entre este 5,5% que se contagiará». «Aunque es cierto que los cuadros no son tan severos como eran al principio, porque son personas que algo de inmunidad siempre tienen tras la vacuna, da un poco de miedo», acata.

Más contagio, menos ingresos.  La lectura territorial de las estadísticas, no obstante, tiene también una lectura positiva, porque «a nivel hospitalario no estamos mal y, si algo caracteriza esta ola, es que está produciendo bastante menos impacto a nivel de hospitales», destaca Delgado. 

Es un dato claramente mejor que en olas pasadas, cuando llegaban al hospital aproximadamente un 10% de los contagiados. De haberse repetido esta situación, habría ahora ya un centenar de pacientes COVID ingresados en Santa Bárbara. Sin embargo, al cierre de esta edición hay trece pacientes ingresados en planta y dos en UCI. 

Es un dato «positivo» que responde principalmente al perfil de los contagiados, jóvenes que presentan cuadros menos graves y registran mejores evoluciones y personas vacunadas con algo de inmunidad, pero, alerta también el gerente, «están creciendo los ingresos poco a poco». Recuerda en este sentido que hace apenas unos días se llegó a vaciar la planta COVID y ahora hay ya más de una decena. Por ello, insiste, «no bajar la guardia».