Por grupos, con entradas programadas y espaciadas cada cinco minutos y sobre todo con muchas ganas de regresar por parte de los más pequeños. Era el día más esperado para muchos, la pandemia sigue marcando nuestras vidas y por supuesto también las suyas. Hoy en la vuelta al cole se han visto de nuevo imágenes atípicas para lo que son los centros escolares filas de niños cumpliendo distancias de seguridad, largas colas de espera para acceder a las aulas y niños sentados en gradas esperando a la llamada de sus profesores. Una jornada en la que ha destacado la paciencia y el buen comportamiento de los más pequeños.

Eso sí las emociones, en ellos, son prácticamente las mismas que otros años, nervios, mucha emoción y ganas de volver a ver a compañeros y profesores.

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Eso si, ellos, al igual que los mayores también sufren con las restricciones. Echan de menos poderse abrazar y sobre todo poder volver a tener contacto real con sus compañeros para poder jugar sin tener que mantener la distancia. Un nuevo curso escolar en el que ya se cuenta con cierta experiencia y en el que los protocolos están estudiados al milímetro. Si surgiera un caso se pondría en marcha todo el protocolo de confinamiento y rastreo de inmediato, supervisado por el equipo Covid tal y como nos cuenta María Ángeles Gamarra, Directora de Centro de Educación Las Pedrizas. Aunque  todos esperan que con el avance de la vacunación la situación pueda ir aliviándose también en el ámbito escolar.