Atlético y Sevilla mantienen el 'statu quo' con un empate

EFE
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Los 'colchoneros' quedan en tablas con los blanquirrojos tras un partido en el que se vio un penalti muy polémico por cada bando

Atlético y Sevilla mantienen el 'statu quo' con un empate - Foto: Rodrigo Jiménez

El Atlético de Madrid empató este sábado 2-2 con el Sevilla FC, durante la jornada 27 de LaLiga Santander, tras un partido en el que se vio un penalti muy polémico por cada bando, aunque sin que ninguno de los dos diera un golpe sobre la mesa en la zona alta de la clasificación.

Esta igualada dejó a los colchoneros con 45 puntos en la quinta posición, detrás de los 47 que acumula el Sevilla. Y todo ello a escasos días de que ambos se jueguen su futuro en el 'Viejo Continente', destacando la cita del Atlético en Anfield para cerrar su eliminatoria de octavos en la Champions League.

Espoleado por una gran pancarta, que rezaba "Amor cortés" en el fondo de sus seguidores ultras, el Atlético inició mejor el duelo que su adversario. No tardó Álvaro Morata en tener la primera ocasión, después de un pase filtrado por João Félix y ganándole la carrera a Nemanja Gudelj, que cubría la espalda de los centrales.

Atlético y Sevilla mantienen el 'statu quo' con un empateAtlético y Sevilla mantienen el 'statu quo' con un empate - Foto: JAVIER BARBANCHO

Pero Diego Carlos recuperó raudo su posición y desvió a córner el tiro del '9' colchonero. Él y sus compañeros ya estaban despiertos, como demostró Koke Resurrección en otro disparo desde la frontal del área, respondidos casi de inmediato por parte sevillista.

Primero avisó Lucas Ocampos, con un lanzamiento desviado, y más tarde probó fortuna Suso, en una esquina del área y obligando a que Jan Oblak se estirase al palo opuesto para firmar una bonita parada. Los pupilos de Julen Lopetegui movían bien la pelota entre líneas, con paciencia para hallar un hueco.

Y fruto de ello, Joan Jordán conectó con Luuk de Jong en el minuto 19, como preludio del 0-1. Stefan Savic calculó mal para adelantarse a esa asistencia y De Jong hizo un control orientado, culminando la jugada con un derechazo potente que batió a Oblak sin paliativos.

Atlético y Sevilla mantienen el 'statu quo' con un empateAtlético y Sevilla mantienen el 'statu quo' con un empate - Foto: JAVIER BARBANCHO

La grada del Wanda Metropolitano, a sabiendas de que su equipo está en el momento crucial de la temporada, levantó el ánimo y generó un ambiente contagioso para el partido. Conforme se acercó la media hora, se fraguó el 1-1 repleto de polémica durante un saque de esquina, con los focos sobre João Félix.

Mientras el joven portugués decía ser objeto de un agarrón, el estadio perdía la paciencia por la consulta del árbitro principal al VAR. Cuatro minutos eternos tardó Alejandro Hernández Hernández en acercarse a la banda y mirar la repetición televisiva, decretando que había infracción previa por mano de Diego Carlos en un cabezazo rival.

El Atlético reclamaba un penalti y se encontró con otro, bajo el tremendo enfado de Lopetegui en el banquillo visitante. Morata no desaprovechó la oportunidad y puso las tablas, que poco duraron. En estado de excitación, un robo en línea de tres cuartos sirvió a Koke para montar el contragolpe del 2-1.

El capitán cedió la pelota a João Félix y éste se adentró en el área para enganchar su zurdazo, que tropezó en un jugador del Sevilla y describió una parábola que superó a Tomas Vaclik por encima de la cabeza. Había casi más goles que ocasiones, incluyendo un gol fantasma que protestó el cuadro hispalense a raíz de un cabezazo de Sergio Reguilón que milagrosamente despejó Oblak.

 

De polémica en polémica   

Y para colmo, aún estaba por llegar otra gran acción polémica justo antes del descanso. Tras el enésimo ataque provocado por Jesús Navas desde la derecha, el balón llegó a los pies de Ocampos en la banda contraria. El delantero argentino hizo un virtuoso control a la vez que se giraba y fue trabado por Kieran Trippier, algo que Hernández Hernández dejó sin castigo en primera instancia.

De nuevo por el 'pinganillo' le instaron a que mirase la repetición en el monitor y de nuevo el árbitro señaló pena máxima. El propio Ocampos la transformó, rubricando un 2-2 eléctrico. Incluso el Atlético rozó el tercero en el largo tiempo añadido, merced a un cabezazo de Morata en un córner que había nacido de otro barullo peligroso.

La tregua del descanso se prolongó apenas cinco minutos, los que tardó Gudelj en hacer un disparo fuerte y lejano que se marchó alto por poco. Al Cholo Simeone le sirvió esa advertencia para mover ficha, ya que retiró del campo a Mario Hermoso e introdujo a Yannick Carrasco, lo que propició que Saúl ocupara el puesto de lateral zurdo.

El entrenador rojiblanco buscaba oxigenar a sus tres delanteros, sabedor de que a Ángel Correa le faltaba esa chispa que sí había lucido otros días. João Félix y Morata no llegaban a todo, como muestra de partido exigente que también zarandeó Lopetegui con sus cambios.

Dio entrada a Youssef En-Nesyri, sustituyendo a Suso, pero de inmediato el Sevilla recibió un susto por culpa de Carrasco. Un zurdazo suyo desde fuera del área rebotó en un sevillista y cambió la trayectoria del balón, obligando a que Vaclik rectificase su estirada para despejar con la manopla derecha y en escorzo.

Morata, muy forzado por su marcaje, envió fuera el rechace. Sin embargo, el aspecto del encuentro ya era otro y Diego Costa se encargó de hacerlo patente. Morata le había cedido su sitio al hispano-brasileño, que casi marcó con un tiro cruzado a la media vuelta, en su primera intervención.

Más clara si cabe fue la siguiente ocasión, de nuevo con la rúbrica de un Carrasco voluntarioso. Merced a un acercamiento por la banda izquierda, un par de rebotes se juntaron con un mal despeje y la pelota quedó franca para el belga, cuyo derechazo se marchó por encima del larguero.

La tensión se mascaba y los dos entrenadores agotaron sus cambios, con la esperanza de que llegase un último arreón que decidiera el resultado. Pero nada de eso ocurrió, pues Llorente tuvo la oportunidad más notable con un zurdazo muy alto, sin recompensa a un partido bastante bueno por su parte. Reparto de puntos para dos clubes que no tienen tregua en el calendario.