El único profesional con el que contaban se encuentra de vacaciones desde el mes de agosto y está previsto que se jubile de forma inminente, a ello hay que sumar que la otra plaza de cocinero del centro quedó vacante hace más de cinco años y nunca se volvió a cubrir. Ahora son los propios presos los que se encargan de prestar el servicio y de elaborar los menús. Desde CSIF piden una solución sin tener que esperar a que se resuelva todo el proceso selectivo que recuerdan podría tardar en resolverse más de medio año