El vínculo de Hugo con los perros, la mejor terapia

S.Recio
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Hugo, con déficit de atención y un desorden de integración sensorial comenzaba con la terapia ocupacional con perros hace un par de años. Ahora ha pasado de no poder casi tener contacto con la gente a ser uno más en el colegio

El vínculo de Hugo con los perros, la mejor terapia

Hugo y Patricia Hernández se conocían hace dos años. Él llegaba a esta terapeuta ocupacional con un diagnóstico de déficit de atención y un desorden de integración sensorial. Ella lo tenía claro, los perros podían hacer que mejorase en ambas facetas. La clave está en el vínculo con el animal. "Se centran en motivarse con el perro y en lo que quiere el animal, y no piensan en nada más", comenta Patricia Hernández, "es un motivador".

Porque cuando Hugo comenzó con esta terapia no podía concentrarse en el colegio. Cada ruido, cada contacto con otra persona, producía en este niño un estrés por encima de lo normal, "sobre todo era el tacto lo que le molestaba y los ruidos. Tenía dificultades para estar en contacto con la gente porque le rozaban, tenía dificultades para tocar cosas. Eso se traducía en problemas para coger el lápiz en el colegio o el material escolar".

Con mucho trabajo y a base de juegos, la mejora es evidente, "puede jugar con sus amigos, va al colegio con normalidad, toca con las manos completamente todo. Antes que tocase algo con las manos era impensable".

Este tipo de terapia es cada vez más demanda por padres que ven en esto un complemento perfecto a la medicina y la psicología.