La sangre encontrada en el barco es del padre de las niñas

Agencias
-

La Guardia Civil sigue la pista de Tomás Gimeno tras detectar un movimiento de 55.000 euros en sus cuentas, que pudo estar recopilando días antes de esfumarse

La Benemérita regresó ayer a la casa de Candelaria para buscar nuevas pistas del caso. - Foto: Ramón de la Rocha

La sangre encontrada en el barco no es de las niñas, es de su padre. Este es el último dato que la prensa local publicaba ayer sobre la investigación que busca a las pequeñas Anna y Olivia, de uno y seis años, desaparecidas desde el pasado 27 de abril junto a su progenitor Tomás A. Gimeno en la isla de Tenerife, unas pesquisas que ayer continuaban extendiéndose físicamente, por la costa oeste de la isla. Por otro lado, la Guardia Civil pudo certificar que Gimeno llevó a cabo una transferencia de unos 55.000 euros, aproximadamente, desde una de sus cuentas corrientes bancarias a otra justo el día antes de llevarse a sus dos hijas consigo. 

Fue el propio entorno del hombre, de 37 años, el que puso sobre aviso a las autoridades sobre el acopio de dinero que estaba haciendo los días antes de que se le perdiera la pista, e incluso llegaron a apuntar que habría conseguido juntar hasta 70.000 euros. Al cierre de esta edición se desconocía todavía si posteriormente retiró o no esta cantidad de la entidad bancaria.

Esta transferencia de dinero podría reforzar la hipótesis de una fuga por vía marítima, previo transbordo desde su embarcación a otro barco, presumiblemente un velero. En este sentido, ayer se supieron los datos clave de que la sangre encontrada a bordo no era de las pequeñas y que el hombre pudo haber desactivado el GPS de su embarcación con el objetivo de no dejar pistas sobre el itinerario que realizó desde que salió por última vez del puerto deportivo de la Marina de Tenerife, donde le captaron las cámaras de seguridad antes de zarpar, aunque sin las niñas.

Con estos datos sobre la mesa, los agentes volvieron a realizar ayer un nuevo registro en la casa del hombre tratando de averiguar algún indicio nuevo.

El dato sobre el movimiento bancario, junto al resultado del análisis del rastro de sangre, son  dos valiosas pistas para orientar a los investigadores, que tratan de reconstruir los últimos movimientos de Gimeno antes de que se le perdiera el rastro. Previamente, había amenazado a su expareja con que no volvería a verle ni a él ni a las pequeñas, por lo que Beatriz Z.Z., le denunció. Ella quiso lanzar hace dos días un mensaje de esperanza. «Mi mensaje es que manden mucha luz y amor a las niñas, que estoy segura de que están bien. Que no miren las noticias alimentando la mala energía, que todo el mundo piense que las niñas son una bonita luz que están protegidas y que cuando menos lo esperemos estarán jugando y corriendo felices», recoge el mensaje publicado en una emisora de radio local.

Beatriz terminaba el texto deseando que todo el mundo «tenga una emoción fuerte de que aparezcan y que den las gracias por adelantado, sintiendo de corazón que ya están con su madre».

 

Búsqueda internacional

Desde el pasado domingo, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Güímar dictó una orden internacional de búsqueda de Gimeno y sus hijas. Asimismo, se mantiene el amplio dispositivo de búsqueda formado por el servicio aéreo y marítimo de la Guardia Civil, el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) y la Unidad Orgánica de Policía Judicial, que está al frente de la investigación. Además, desde el sábado se sumaron agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de Madrid.