La Junta de Castilla y León acordó este lunes el cierre del interior de la hostelería y casas de juego en otras seis localidades por superar los 150 casos de incidencia acumulada en 14 días, lo que eleva las restricciones excepcionales a 31 municipios, tras salir de esa situación cinco.
Desde mañana cerrarán el interior de bares y casas de apuestas los municipios de Laguna de Duero, Ponferrada, Peñafiel, Guardo, Arévalo y Olmedo, mientras que podrán abrirse en Tudela de Duero en Valladolid, Carbajosa de la Sagrada en Salamanca, Villamuriel de Cerrato y Venta de Baños en Palencia, y El Espinar en Segovia. Además, están próximas a cumplir el criterio Tordesillas, Almazán y la ciudad de León.
Así se aprobó hoy en un Consejo de Gobierno extraordinario en el que se analizó la situación epidemiológica de la Comunidad y de cuyo contenido informó la consejera de Sanidad, Verónica Casado, en una rueda de prensa presencial en la que con cautela afirmó que “parece” que la tercera ola” se sitúa en el techo”, aunque subrayó en declaraciones recogidas por Ical que el riesgo es alto.
En concreto, listado de municipios de Castilla y León con medidas excepcionales para la contención pandémica Arenas de San Pedro y Arévalo, en Ávila; Burgos capital, Briviesca, Lerma, Medina de Pomar y Miranda de Ebro; La Pola de Gordón, Ponferrada, San Andrés del Rabanedo y Villablino, en León; la capital de Palencia, Aguilar de Campoo, Cervera de Pisuerga y Guardo.
También, Salamanca capital, Béjar, Santa Marta de Tormes, Villamayor y Villares de la Reina; Segovia capital, Palazuelos de Eresma y Riaza; Soria capital y El Burgo de Osma; Valladolid capital, Aldeamayor de San Martín, La Cistérniga, Laguna de Duero, Olmedo y Peñafiel.
Siempre desde la apelación a la cautela y al mantenimiento de todas las medidas preventivas sanitarias y de seguridad, Casado calificó de “buenos” los datos que presentan Ávila y Segovia, con una incidencia media, lo que podría llevar a la Junta a valorar una desescalada, si bien insistió en “no bajar la guardia”.
La consejera de Sanidad sostuvo que el cierre de interiores, como en el caso de la hostelería, funciona y está "demostrado" su impacto en la reducción de los contagios, pero añadió que, en el momento en que se permita la apertura, se deberán respetar "las medidas religiosamente" tanto en aforos como en distancias de seguridad.