El mes de septiembre siempre ha sido de tránsito, entre las vacaciones de verano y el regreso a las aulas, pero también para planear las actividades que se van a realizar durante el resto del año (deporte, idiomas, música, pintura y manualidades...) e iniciar las clases de refuerzo (Primaria, Secundaria, Bachillerato, universidad...), lo que suele ser ya después de San Saturio, a principios de octubre. Pero la pandemia cambia muchas cosas este año.
Eduardo Sanz, de la Academia Irigoyen, apunta que las clases de refuerzo de este atípico curso que acaba se comenzar se iniciarán en el centro de forma generalizada a principios de octubre y, por ahora, se mantiene el nivel de matriculación de en cursos anteriores, a pesar de la situación. «Lo que demanda la gente es una clase más particular e individualizada, de menos duración y con un apoyo más concreto», explica. «Hay profesores que se adaptaron mejor a las clases online no presenciales, pero otros no... Por eso ahora hay alumnos que están más perdidos y necesitan refuerzo para esas clases», añade el responsable de esta academia. En el centro se cumplen todas las medidas de seguridad necesarias, como el uso obligatorio de mascarilla y la distancia de 1,5 metros, «como ya hicimos en las clases de apoyo de los meses de verano». La matrícula para Primaria, ESO, Bachillerato y Universidad se mantiene para este curso pero cambia la forma de dar las clases, «se prefiere pagar un poco más para tener un trato más individualizado y estar menos tiempo en clases por la tarde». En cuanto a las clases de opositores, se impartirán online porque de otra manera no se podrían guardar las distancias de seguridad.
Marta Carramiñana, de la Academia Condes de Gómara, explica que allí las clases han comenzado esta misma semana con todas las medidas de seguridad requeridas. Entre ellas, la reducción del aforo en cada aula, tal como obliga la Junta de Castilla y León. Con esta medida, se garantiza la distancia requerida entre los alumnos. Otra de las medidas es «el uso de la mascarilla obligatorio durante todo el tiempo que se permanece en la academia». Carramiñana apunta que la matrícula ha descendido algo respecto al año anterior, pero se sigue apostando por estas clases de refuerzo de curso, tanto en general como en determinadas asignaturas. Están recibiendo estos días muchas llamadas por parte de las familias para informarse de las medidas, principalmente, comenta.
La responsable también hace hincapié en la desinfección y limpieza de las instalaciones. «Los alumnos tienen que usar solo su material, no pueden utilizar el de la academia y no pueden intercambiarlo con compañeros», insiste. Si se diera el caso de otro confinamiento, las dos academias estarían preparadas para ello, sobre todo con clases online enfocadas a los alumnos de ESO, Bachillerato y Universidad, ya que con los más pequeños «es más difícil». «El curso pasado ya hicimos pruebas y podremos hacerlo de nuevo, sobre todo con los alumnos más mayores», apunta Marta Carramiñana.
El 22 de agosto la Junta de Castilla y León limitó el aforo de las academias de enseñanza y autorescuelas del 75% al 50%, lo que supone un equivalante a la fase 2 de la desescalada. Muchas academias de enseñanza no reglada cuentan con guías covid para los usuarios, que recogen las medidas esenciales de higiene y distanciamiento y otras como que los padres no podrán acceder al centro; el control de temperatura y en caso de fiebre no permitir la entrada como medida de prevención;el uso de mascarilla obligatorio para mayores de seis años; gel hidroalcohólico para el uso en el aula; no compartir el material; y limpieza diaria, prestando especial atención a la desinfección de las superficies más utilizadas por los usuarios.