San Pedro Manrique ya está oficialmente en la ‘fase 1’ del plan de desescalada. Es la única zona de salud de la provincia que ha conseguido avanzar, aunque apenas represente un 1% de toda la problación de Soria. La cabecera de Tierras Altas ha vivido con tranquilidad las primeras horas de este cambio que, de momento, poco va a cambiar la rutina de su medio millar de vecinos. Lo más significativo iba a ser la apertura parcial de establecimientos hosteleros, pero ninguno de los tres bares/restaurantes va a instalar de momento sus terrazas o veladores.

Es el caso de Luis Ángel del Rincón, que mantiene apiladas mesas y sillas a las puertas de 'El Condado del Motores' donde sólo es posible reservar comida para llevar, como es el caso de sus afamados torreznos. El 70% de la facturación de sus ingresos provienen de los turistas que siguen sin poder llegar hasta la localidad. "Dependemos de todas esas zonas limítrofes como Navarra, La Rioja, Aragón, inclusive País Vasco. Si no hay esa interrelación entre provincias es absurdo, no se puede abrir", lamenta confiando en poder retomar el trabajo a partir de la 'fase 2'.

Por eso la actividad en este primer día de desescalada ha sido la misma. El alcalde, Julián Martínez, apostaba por haber continuado como hasta ahora durante más tiempo "porque no va repercutir tanto el cambio de vida de una fase a otra". "Si somos 900 personas, esas somos las que nos podemos 'menear' y tampoco podemos llegar a más", señala.

En empresas como la fábrica de embutidos 'La Hoguera' esperan seguir como hasta ahora y que los controles en carreteras no les afecten ni a sus transportistas ni a sus trabajadores, actualmente un centenar. "Prácticamente el cien por cien de nuestros empleados viven en San Pedro Manrique, y el transporte de mercancías se puede mover por toda España, entonces no debería cambiar", indica el gerente de la empresa, Teo Martínez.