Las reservas en hoteles y casas rurales apenas llegan al 20%

Ana I. Pérez
-

El sector confía en la recuperación a partir del verano, una vez que se flexibilicen las restricciones de movilidad en el país

Las reservas en hoteles y casas rurales apenas llegan al 20% - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez.

Segunda Semana Santa en pandemia. No es comparable con la de 2020, en pleno confinamiento y en el pico de la primera ola de la COVID-19, pero las restricciones de movilidad entre comunidades autónomas, así como las limitaciones de aforo en los locales de hostelería y espacios de ocio, condicionan sin duda este periodo vacacional, que en la normalidad que se desintegró con el coronavirus era la primera etapa potente para los sectores vinculados al turismo. La economía soriana se tendrá que conformar con los ingresos de los consumidores locales y también con los de aquellos castellanos y leoneses que elijan esta provincia para viajar. Al cierre de esta edición, tanto en los establecimientos hoteleros como en las casas rurales, las reservas rondaban el 20% de la ocupación de las plazas disponibles, un porcentaje que se puede elevar en los próximos días ya que ahora se espera a última hora, a sabiendas de que no hay problemas de disponibilidad.

 En concreto, los datos de un sondeo que maneja la Agrupación Soriana de Hostelería y Turismo (Asohtur) indican que las reservas son «muy flojas», en términos generales se sitúan en un 20%, aunque algunos establecimientos despuntan hasta el 40%-50%, siendo los días de más ocupación el viernes y sábado de Semana Santa.

Las reservas las han formalizado turistas de Castilla y León, sobre todo parejas y «alguna familia», y las estancias son más cortas, se limitan a una o dos noches, cuando en años anteriores el mínimo suelen ser tres.

En el sondeo realizado por Asohtur esta semana se observa, asimismo, una tendencia a elegir media pensión en, al menos, la mitad de los clientes, posiblemente porque el toque de queda que se mantiene a las 22.00 horas. También aquellos que reservan con antelación se interesan por los costes de cancelación.

Para el presidente de Asohtur, Pablo Cabezón, en este punto de la pandemia «lo más importante» es que no haya un repunte en el contagio o una cuarta ola que pueda comprometer el verano, donde el sector tienen puestas sus esperanzas. 

«En Semana Santa vamos a trabajar a medio gas y habrá que ver qué pasa después», sostiene. Y es que, en su opinión, restringir la movilidad entre comunidades autónomas favorece el contacto social con amigos y familiares en el lugar de residencia durante varios días festivos, mientras que cuando se viaja el contacto se limita a las personas, familia o amigos, con las que se comparten esas vacaciones o escapadas.

En este sentido, Cabezón aplaude las restricciones entre el 26 de marzo y el 9 de abril publicadas en el Boletín Oficial de Castilla y León (BOCyL) de este miércoles en las que se limitan la reuniones de grupos en espacios públicos, ya sean estos abiertos o cerrados, a un máximo de cuatro personas, salvo que se trate de convivientes. Además, en espacios privados se determina que las reuniones sean  únicamente de convivientes. Cabe recordar que esta limitación no afecta a la confluencia de personas en dependencias, instalaciones y establecimientos abiertos al público que cuenten con un régimen preventivo y de control autorizado por la autoridad sanitaria, por lo que en hostelería permanece el número de seis personas máximo por mesa en terraza, y tampoco a las actividades laborales e institucionales ni a aquellas otras en las que se establezcan medidas específicas en la normativa aplicable.

Hay que recordar que el estado de alarma estará vigente hasta el 9 de mayo, por lo que, previsiblemente, las actuales normas de movilidad así como el toque de queda continuarán con hasta ese día, medidas que siempre están a expensas, en su endurecimiento o flexibilización, de la situación epidemiológica del momento. «Damos por hecho que el verano será bueno, pero habrá que ver el nivel de restricciones. El año pasado la gente cumplía, ahora está cansada», considera Pablo Cabezón.

turismo rural. Según la presidenta de la Asociación de Turismo Rural de Soria (Tursoria), Beatriz Calavia, para la próxima semana se prevé una ocupación del 20% en este tipo de alojamientos. «Finalmente se está creando flujo de turistas interprovincial en Castilla y León. Es nuestro único cliente objetivo y sí están llegando de León, Burgos o Valladolid», asegura. No obstante, Calavia advierte de que hay muchos alojamientos rurales que permanecerán cerrados y no abrirán hasta que mejore la situación y finalice el cierre perimetral. 

En cualquier caso, tras más de un año en pandemia, la repercusión en el sector del turismo rural en Soria está siendo nefasta. El volumen de negocio «ha caído un 90%», mientras que en torno a la mitad de los establecimientos ha tenido que cerrar, «al ser insostenible la situación de este último año», y algunas casas rurales están en venta.

Así las cosas, en el VI Foro de Turismo Rural celebrado en el Palacio Ducal de Medinaceli una de las principales conclusiones fue, precisamente, que el actual momento que vive el turismo rural ha puesto de manifiesto «carencias y debilidades» del sector, que se ve en la obligación de trabajar para revertir esa situación.

En este tiempo de pandemia no ha recibido «ninguna» ayuda directa, por lo que el objetivo es luchar por una «fiscalidad positiva» en todo el mundo rural que favorezca la atracción de población y al emprendimiento. 

Asimismo, la contectividad es otro reto. «Se han puesto en contacto con nosotros y nos han confirmado que con el 5G la conectividad llegará a todos lugares denuestras zonas rurales, el streaming al que todo el mundo tuvo acceso al foro podrá hacerse de una forma más fluída. Nos confirman que antes de cinco años lo tendremo», destacan las conclusiones del foro, en las que también se expone la necesidad de contar con un IAE (Impuesto de Actividades Económicas) propio, al margen de ‘extrahoteleros’.

Además, los alojamientos rurales abogan por impulsar un formación no reglada para ganar en calidad en el servicio, unos cursos que tendrían que contar con el apoyo de la Junta de Castilla y León. «Incluso dar mayor categoría al establecimiento dependiendo de la formación adquirida; la C de calidad al establecimiento.

En el foro, organizado por la Asociación de Empresarios de Turismo Rural de Valladolid y por Tursoria, se apostó por la creación de un producto turístico, por lo que instaron a la Administración a crear ayudas con aportaciones económicas para ello.

En todos estos aspectos se irá trabajando a corto y medio plazo. Así, de cara a la temporada estival, parece que las expectativas son optimistas. «Para el verano la previsión es muy buena. Porque nos van a abrir perimetralmente. Soria es una provincia que en turismo rural es muy demandada. Este verano  el turista va a ser más selectivo y va a buscar entornos de naturaleza y poco masificados», estima Calavia. 

proveedores. La escasez de reservas en la hostelería impacta directamente en los proveederos que surten a estos establecimientos. Tal y como destaca el presidente de la Asociación de Empresas de Distribución de Soria (Adiso), José Antonio Omeñeca, la Semana Santa «es el periodo más fuerte» del año, ya que bares, restaurantes y alojamientos hoteleros llenan sus almacenes, y el consumo masivo se concentra en muy pocos días. «Al año hay 16 semanas fuertes: las ocho del verano; las fiestas locales; los puentes y la Semana Santa», sintetiza.

Este año la situación es bien distinta a cómo era con anterioridad a la pandemia y también respecto a 2020. Omeñaca lo ejemplifica de forma muy clara: «Si para Semana Santa compraba tres o cuatro trailers de cerveza, este año ha sido uno. Lo mismo con los refrescos». Pero es que el año pasado, en pleno confinamiento, la venta de alimentación a comercios de barrio y tiendas de pueblo fue «importante», circunstancia que ya no se da porque los consumidores han vuelto a las grandes superficies. Y en Semana Santa también se vende «mucho producto local», tanto para consumir en hostelería como para comprar después por parte de los turistas, otra circunstancia que no se va a producir en esta Semana Santa.