#14M Las gradas vacías en el deporte soriano

Sergio Recio
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Es la imagen más impactante del deporte en pandemia, la de la falta de aficionados, la falta del ruido de los más fieles que ha desaparecido en el regreso de la competición

#14M Las gradas vacías en el deporte soriano - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez.

El silencio en la grada impacta, la falta del aficionado en los recintos deportivos ha transformado nuestro modo de vivir el deporte. Soria vio durante el 2020 cómo los eventos y partidos quedaban desnudos de su telón de fondo más habitual y necesario. Los deportistas primero paraban, mientras que a la vuelta del verano debían competir al máximo nivel envueltos en una absoluta falta de cualquier sonido que sobrepasara el terreno de juego. 

Los espectadores por su parte anhelaron durante meses de confinamiento uno de sus pasatiempos favoritos, posteriormente se pegaron a sus televisores para vivir la reanudación del fútbol a través de un partido de liga alemana y actualmente unos pocos afortunados primero asistieron a esos pabellones, después volvieron a sus casas y ahora regresan tras habituarse también a los streaming, las emisiones en directo de los clubes para que sus más fieles seguidores sigan semana a semana a sus equipos.

Hasta llegar a este momento mucho se ha perdido por el camino, ligas que no terminaron, competiciones que se cancelaron y varios equipos sorianos perjudicados deportivamente por una situación que nadie esperaba.

Sin ascenso. El deporte base en todo su conjunto culminaba su temporada con antelación evitando prácticamente en su totalidad cualquier movimiento entre categorías. Se cancelaban ascensos y descensos, una decisión que por el momento no cambiará a pesar del anuncio del regreso del fútbol a partir del 11 de abril.

Fueron las competiciones a nivel regional y nacional las que tuvieron que tomar decisiones en las que primaron la seguridad sanitaria y que a nivel deportivo dejaron a algunos clubes de Soria sin la posibilidad de pelear un ascenso merecido que en algunos casos llevan anhelando varias temporadas atrás.

El Balonmano Soria cerraba su temporada el siete de marzo. Tras conseguir una complicada victoria ante Grupo IMQ se ubicaba en la segunda posición de la Primera Estatal B, puesto de playoff por el ascenso a División de Plata. Dos meses después la Federación tomaba una decisión clara, los líderes de grupo subían de categoría y las eliminatorias se cancelaban.

Desde la directiva de la entidad amarilla mostraban su indignación, «no entendemos la decisión de ninguna manera», aseguraba su presidente Carlos Heras, «según el reglamento el primer y segundo clasificado tienen el mismo derecho, no hay privilegios». A pesar de la reclamación el BM Soria tuvo que seguir en la categoría prolongando su maldición de los últimos años.

Este deporte dejó las notas más negativas entre las cancelaciones. En la Villa de las Tres Culturas pasaron en pocos días de la euforia a la decepción. El BM Ágreda Femenino se hacía con su segunda Liga Nacional de Aragón consecutiva un 29 de febrero. Dos semanas después todo se paraba y se anunciaba que se otorgaría el ascenso directo a cuatro de los nueve campeones de grupo.

Las guerreras del Moncayo habían ganado todos sus partidos y se apoyaban en los criterios deportivos para solicitar su ansiada plaza en División de Plata, «lamentablemente nos han quitado algo que nos habíamos ganado en la cancha», recordaba su entrenador, Juan Carlos Vera.

Son los dos casos más llamativos, pero son otros muchos los clubes perjudicados y también beneficiados. En Soria hay algunos casos.

Beneficiados. El Río Duero Soria era de los últimos en disputar un partido oficial.  La derrota ante L’illa Grau dejaba a los celestes a dos jornadas del final sin cerrar la permanencia. Cuando se canceló la Superliga y también los descensos, los de Manuel Sevillano se mantuvieron un año más en la máxima categoría del voleibol sin necesidad de volver a la cancha.

Más llamativo es el caso del Sporting CV Soria. En la mejor temporada de su historia se hacían con un segundo puesto que les llevaba a la fase de ascenso de Superliga 2. La Federación les otorgaba una plaza directa pero desde la entidad renunciaban a cambiar de categoría.

Sí aceptaban ese regalo anticipado desde el Club Bádminton Soria. Aterrizaban en  la Primera División sin disputar fase de ascenso. A la inversa le beneficiaba terminar la competición, aunque con la permanencia virtualmente asegurada, al Club Pelota Urbión. Sin necesidad de disputar la última jornada se mantenían en la máxima categoría de la pelota a mano en su debut.

Son las consecuencias de una pandemia a nivel deportivo que deja luces y sombras en el deporte de equipo soriano y del que solo el fútbol profesional pudo decidir sobre el terreno de juego los campeonatos, una situación en la que el Numancia descendió a Segunda B, lo hizo jugando pero en una temporada que ya nunca olvidarán.