Las protestas por la muerte de un adolescente etíope a manos de un policía israelí fuera de servicio durante el fin de semana, han registrado al menos 147 personas heridas, incluidos 111 agentes policiales, y 136 detenidos por altercados violentos.
Miles de miembros de la comunidad etíope en Israel y partidarios bloquearon calles en el centro de Tel Aviv y otros puntos del país para protestar por el uso excesivo de la fuerza y el acoso por parte de la Policía. Las protestas se volvieron violentas en algunos lugares, cuando los manifestantes incendiaron vehículos y lanzaron objetos contra los policías.
El presidente del país, Reuven Rivlin, y el primer ministro, Benjamin Netanyahu, han dicho que entienden el malestar de los manifestantes y han expresado sus condolencias por la víctima, al tiempo que han llamado a la calma y al diálogo para rebajar la situación.
Las protestas fueron motivadas por el asesinato en la ciudad de Haifa de un judío de origen etíope de 18 años. Según los medios, un agente fuera de servicio intervino cuando un grupo de personas estaban discutiendo. A continuación, el grupo lanzó piedras contra el agente, quien, temiendo por su vida, abrió fuego. Testigos del incidente han asegurado que nunca estuvo en peligro.
A finales de 2017, según la Oficina Central de Estadísticas de Israel, había en el país unos 149.000 judíos de origen etíope entre el total de más de 8 millones de habitantes. Muchos denuncian discriminación a la hora de buscar casa o empleo así como diferencias en términos de salario y educación en comparación con otros segmentos de la sociedad.