No era un partido fácil para el Balonmano Soria el que disputaba ante el Novás. El equipo de Pontevedra planteaba un ritmo bajo, lo que unido a los mil espectadores de la cancha, obligaba a los amarillos a ir constantemente por debajo en el marcador, "ellos se sentían cómodos con esa forma de jugar pero poco a poco nos fuimos adaptando", asegura Rubén Etayo.

A falta de 13 minutos el Balonmano Soria perdía por 22-21 pero entonces la defensa cerraba filas, "fue un trabajo fruto de todo el equipo". Solo recibieron un gol en casi la mitad de la segunda parte, "disfrutas porque ves que no te meten pero a su vez te vas poniendo nervioso cuando tienes en la mano el partido".

El que no perdía la calma era un Miranda que se convertía en insuperable en la portería, "poco podemos decir ya de él", reconoce Etayo, "es un lujo tenerlo de compañero y es un gran portero". Desde esa unión de equipo y gracias a una gran intensidad defensiva, el Balonmano Soria ya gana en División de Plata.