Soria contiene el éxodo laboral

N.Z.
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'Entran' 1.300 trabajadores más de los que salen. Más de 4.000 sorianos se fueron a trabajar fuera el año pasado mientras que la llegada de empleados de otras provincias superó las 5.500 personas

Soria contiene el éxodo laboral - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

La sangría poblacional no cesa en Soria pero hay algunos indicativos en positivo. A pesar de la brusca desaceleración económica y la destrucción de empleo que ha traído consigo la crisis sanitaria, Soria ha conseguido contener el éxodo laboral, evitar la fuga de trabajadores e, incluso, recibir más mano de obra de la que pierde. Así lo pone de manifiesto el último informe del mercado de trabajo en la provincia elaborado por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), relativo a 2020. 

soria, receptora. A la hora de analizar la movilidad geográfica de la contratación, es decir, cuando no coincide la provincia de domicilio del trabajador con la del centro de trabajo y, por tanto, necesariamente se tiene que producir un desplazamiento, el estudio revela que el año pasado hubo 4.215 contratos de sorianos que salieron de la provincia para ocupar un puesto de trabajo en otro lugar. En la contra, Soria recibió 5.522 contratos de trabajadores que ‘entraron’, es decir, que se desplazaron desde otras provincias para trabajar aquí. Esto significa un saldo positivo de 1.307 contratos y que, a pesar de la crisis económica (y laboral), la provincia sigue siendo receptora de trabajadores, lo que supone un balón de oxígeno en la lucha contra la despoblación. 

No es una tendencia nueva en la provincia pero es innegable que en el último año se aprecian «cambios significativos», provocados obviamente por el escenario que ha traído consigo la epidemia de la COVID-19.

Desde 2008 Soria es receptora de trabajadores. No obstante, resulta especialmente significativo haber podido mantener esta tendencia positiva en el año en el que el tejido empresarial soriano se vio afectado por infinidad de limitantes en forma de confinamientos, cierres, parones de actividad, ERTEs... lo que supuso un freno a la generación de empleo. Es destacable también haber podido sostener esta predisposición positiva cuando otras provincias de la Comunidad, como Salamanca, han sufrido el efecto contrario y soportado un grave éxodo de trabajadores.

menos que en precovid. El saldo es positivo pero es evidente que la pandemia ha marcado el mercado laboral y aplacado los datos. «La movilidad geográfica provincial vinculada a la contratación experimentó en 2020 un importante descenso con respecto al año anterior, conectada con la severa destrucción en el número de contratos en el ámbito provincial y nacional», recoge explícitamente al respecto el SEPE en su informe anual. Aprecia «cambios significativos», con un menor movimiento de los que se fueron pero también de los que vinieron.

Los 5.522 contratos que entraron (trabajadores de fuera que vinieron a emplearse a Soria) el año pasado suponen una importante merma respecto de la situación preCOVID. En 2019, cuando se registró además el máximo histórico, fueron 7.956  los contratos rubricados, lo que supone una reducción en valores absolutos de 2.434, es decir, un 30,59% menos. 

También se redujeron los contratos de salida, los que implicaron el desplazamiento del trabajador desde Soria al de ubicación de su puesto de trabajo. En 2019 fueron 6.394, por tanto, se vieron afectados por una reducción de un 34,08% que en términos absolutos fue de 2.179 contratos.

En cuanto a los contratos que «permanecen», es decir, aquellos en los que la residencia del trabajador coincidió con la del centro de trabajo donde desarrolló su actividad laboral, permanecieron en 2020 en Soria 21.783 contratos. El dato en el año anterior fue de 29.506, concreta el SEPE, lo que deja en evidencia -una vez más- cómo la pandemia ha lastrado el empleo en la provincia.

De hecho, la estadística está conectada obviamente con la severa destrucción del número de contratos registrada en términos generales. En Soria, pero también a nivel nacional. El número total de contratos de empleo en la provincia rubricados a lo largo de 2020 fue de 27.351, lo que supone un decremento de 10.172 en términos absolutos y un -27,11 % en valores porcentuales con relación a los datos del año anterior. 

ellas se van. Aunque la provincia en términos globales fue receptora de trabajadores, hay claras diferencias por sexos. «Soria tuvo saldo negativo cuando los contratos se suscribieron con mujeres. En este caso fue emisora», advierte el SEPE. De hecho, en mujeres ‘entraron’ 1.591 contratos pero salieron 1.670. Sin embargo, en hombres, en la contra, fueron 3.931 contratos de entrada frente a los 2.545 que salieron. El éxodo de 1.670 contratos a mujeres se compensó por tanto con la entrada de 1.591 contratos masculinos, lo que, en definitiva, hizo que la provincia se comporte como receptora. 

Esto explica en parte que la tasa de movilidad (porcentaje de contratos que han acarreado un desplazamiento sobre el total de la contratación), el indicativo que mide el dinamismo de un territorio en términos de movilidad de sus trabajadores, fue del 13,01% en mujeres y del 22,93% en hombres el año pasado en Soria, lo que confirma en ellos «una mayor diligencia en la movilidad ya constatada en ejercicios anteriores».

destino laboral: madrid. En cuanto al origen y el destino de los desplazamientos con mayor volumen de movilidad contractual en torno a Soria, como cada año, «son las [provincias] más cercanas las que presentan los datos más abultados, pertenezcan o no a la comunidad, con la excepción de trabajadores procedentes de Sevilla, Valencia, Lérida y Barcelona y de destino hacia Barcelona, Murcia, Valencia y Sevilla».

El principal destino de los sorianos para trabajar sigue siendo Madrid. De hecho, uno de cada cinco contratos que salen lo hacen a la capital. De los 4.215 contratos de trabajo que implicaron salir de Soria el año pasado, 867 fueron a Madrid. No obstante, en este caso la pandemia ha marcado radicalmente el escenario y la fuga de trabajadores desde Soria a la capital se ha reducido de forma notable. Los 867 contratos salientes del año COVID (2020) son prácticamente la mitad de los registrados un año antes, cuando hubo 1.699. 

Después de la capital, Zaragoza es el principal polo de atracción de profesionales sorianos (531 contratos el año pasado, frente a 851 en 2019), seguido de Navarra, Burgos, Valladolid, La Rioja, Murcia, Barcelona, Valencia ySevilla. 

vienen los maños. En cuanto a los que entran, la pandemia ha cambiado algunas tendencias y, mientras que en años pasados Madrid era el principal emisor de trabajadores, ahora ha quedado relegado a segundo lugar. 

En 2020, dos de cada diez contratos fueron a trabajadores procedentes de Zaragoza. En concreto, se registraron 918 contratos de zaragozanos que se desplazaron a Soria para ocupar un empleo. Madrid pasó al segundo puesto, con 647 contratos ‘entrantes’, frente a los 1.259 de un año antes. 

actividades que mueven. Agricultura, ganadería, caza y servicios relacionados con las mismas fue la actividad donde se registro la máxima movilidad interprovincial, tanto en lo que se refiere a entradas como a salidas. Soria formalizó 1.198 contratos a trabajadores procedentes de otras provincias para emplearse en el sector primaria y, en la contra, de Soria salieron 659 contratos para emplearse en el mismo. 

En el año del coronavirus y teniendo en cuenta las actividades que demandaron más trabajadores de fuera, la provincia generó empleo en transportes, servicios de comidas y bebidas, fabricación de vehículos, industrias de alimentación, construcción, servicios de alojamiento, actividades de construcción especializada, asistencia en establecimientos residenciales e ingeniería civil. 

En cuanto a los sorianos que se fueron a otro lugar para emplearse, lo hicieron principalmente para trabajar en el sector primario pero, también, en servicios de comidas y bebidas, actividades sanitarias, educación, comercio, actividades cinematográficas, de vídeo y de programas de televisión, grabación de sonido y edición musical, industrias de la alimentación, actividades administrativas y auxiliares, transporte y actividades de construcción especializada.

El grupo de sorianos que más emigró por trabajo fue el que va de los 30 a los 45 años, seguido de las personas mayores de 45 años.