Soria avanza con paso firme en la ‘nueva normalidad’ tras año y medio de coronavirus. Con más de 15.000 sorianos (el 17% de la población) que han superado ya la COVID-19 y cuatro de cada cinco ciudadanos inmunizados -un porcentaje que alcanza prácticamente el 90% entre la población diana-, Soria se adentra en una nueva etapa en la que la convivencia con el virus parece que formará parte de la vida cotidiana. Atrás quedan cinco olas (cuatro en Soria ya que aquí la tercera y cuarta se enlazaron) que se han cobrado más de 600 vidas, según la estadística de la Consejería de Sanidad, que cifra la mortalidad en Soria desde el 1 de marzo de 2020 hasta la actualidad en 2.337 personas y, de estas, 631 las vincula a la COVID-19 (casos confirmados y compatibles con la enfermedad). Desde el INE, donde están desarrollando un proyecto experimental para estimar las defunciones semanales durante el brote de COVID-19, sitúan el exceso de mortalidad en Soria por encima del medio millar de personas.
5.000 pendientes de vacunar. Llegados a este punto, los expertos advierten ya de que será casi imposible la erradicación del SARS-CoV-2, por lo que es previsible que siga habiendo brotes y que, cada vez más, los contagios alcancen a personas ya vacunadas. No obstante, si algo han dejado en evidencia estos dieciocho meses de pandemia es que la inmunidad resulta clave para ralentizar la circulación del patógeno y la reducción de los casos graves. Por ello, el objetivo sigue siendo vacunar al máximo de población y por eso la Gerencia de Asistencia Sanitaria de Soria mantiene todo el operativo de vacunación con los distintos sueros, a través de campañas de autocita. Porque en Soria ya han recibido la pauta completa cerca de 72.000 personas y casi 74.000 la primera dosis, por lo que quedarían aún unos 15.000 sorianos sin vacunar. No obstante, cabe apuntar, no todos son susceptibles de recibir la inyección de inmunidad.
Hasta la fecha la Estrategia Nacional de Vacunación solo contempla como población diana a los mayores de doce años, por lo que, de esos 15.000, realmente los sorianos pendientes de inyección frente al virus serían unos 5.000 (el resto son menores de doce años), principalmente de edades comprendidas entre los doce y los 39 años, donde la cobertura de vacunación ronda el 60-70%.
balance de 18 meses. A aquel primer caso confirmado en Soria el 12 de marzo de 2020 se han sumado 15.428 diagnósticos de COVID-19. De estos, 12.464 son casos confirmados por prueba diagnóstica. Esta diferencia de 3.000 casos responde básicamente a que algunos (especialmente al principio cuando no había disponibilidad de pruebas) se confirmaron por diagnóstico compatible pero sin test que lo corroborara. Ahora se realizan más de un millar de pruebas semanales y, de hecho, Soria suma ya cerca de 198.000 pruebas (PCR, antígenos y anticuerpos), de las que algo más del 5% han sido positivas.
Desde que estalló la pandemia, más de 1.700 personas han precisado un ingreso hospitalario, es decir, prácticamente once de cada diez personas que han sido diagnosticadas. No obstante, si algo ha dejado en evidencia la pandemia es que no es lineal y, según han ido avanzando las olas y, sobre todo, la vacuna, el perfil del contagio y sus efectos han variado de forma notable. De una primera ola especialmente letal que llevó al límite a la sanidad se ha llegado a una quinta en la que la presión asistencial ha sido leve y la gravedad y mortalidad se ha reducido de forma notable.
situación estable. Aunque aún está por ver si la COVID-19 quedará finalmente en una enfermedad infecciosa más como la gripe, lo cierto es que tras la quinta ola ha llegado un momento de «riesgo controlado» y todos los indicativos están en los niveles más bajos.
Al cierre de esta edición, la tasa de incidencia acumulada de casos diagnosticados de la provincia ha logrado bajar de 40 casos por cada 100.000 habitantes en catorce días y en la última semana apenas un 2% de las más de mil pruebas realizadas ha arrojado resultado positivo. En estos momentos se consigue llegar al origen de prácticamente siete de cada diez casos que se detectan y el nivel de ocupación hospitalario se ha rebajado de forma notable. Aunque el hospital ha tenido que volver a abrir en la última semana la zona COVID (la semana pasada logró tener cero pacientes ingresados con coronavirus en planta), la presión asistencial se mantiene controlada con tres pacientes COVID ingresados. En la UCI, sin embargo, siguen dos pacientes.
El levantamiento de las medidas que entró en vigor la semana pasada no ha tenido de momento efecto en nuevos rebrotes y en la última semana Soria ha sumado apenas una veintena de casos. Ninguna zona básica de salud está en riesgo y, de hecho, en ocho de las catorce áreas no se ha registrado ningún caso nuevo en la última semana.