Raquetazo al éxito

Sergio Recio
-

Noelia Jiménez se ha proclamado campeona de Castilla y León de frontenis a los 30 años y tras llevar tan solo tres temporadas compitiendo en el circuito regional femenino a nivel absoluto

Raquetazo al éxito - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

Aunque Noelia Jiménez lleva toda la vida jugando al frontenis fue hace tres temporadas cuando decidió convertir su afición en algo más. Pasó entonces de jugar algún torneo de forma esporádica a competir a nivel regional convencida por un grupo de compañeras que veían a la de Ontalvilla de Almazán preparada.

Ese momento llegó con 27 años y en poco tiempo ha conseguido convertirse en una de las mejores competidoras a nivel regional. Ahora con 30 se ha proclamado campeona de Castilla y León junto a la leonesa Laura Álvarez, «ha sido una alegría tremenda», reconoce, «he tenido suerte con mi compañera y aunque comenzamos con una derrota conseguimos ir adaptándonos hasta llevarnos el campeonato».

Este entorchado consolida a Noelia Jiménez en el mundo del frontenis regional y aunque no se ve dando mayores pasos a nivel nacional por el momento, su amor por el frontenis y su visión de este deporte como un juego que le sirve para divertirse, hace que el siguiente paso pueda llegar en cualquier momento.

Inicios. Todo el mundo, o casi todo, tiene un pueblo, y como bien puntualiza Noelia Jiménez, «en todos hay un frontón». De esta forma comenzó tener su primer contacto en este deporte, «siempre había una raqueta vieja en cualquier lado y jugábamos en la pared de la iglesia». Allí competían «con pelotas de tenis», pero con el paso de los año iba evolucionando.

«Con el tiempo seguí jugando y comenzaba a ganar algunos torneos con una compañera del pueblo». Siempre daba un paso más, «subía al polideportivo a pelotear sola». Entrenaba sin darse cuenta de que tenía un talento que no se ve en cualquiera, «de forma natural comienzas a conocer gente y a meterte en el mundo».

En su adolescencia ya pulía el tipo de jugadora que sería en un futuro, «soy delantera, me considero rápida y cojo bastantes bolas porque sé defender muy bien». Al ser autodidacta «me falta técnica pero lo que he aprendido lo he hecho sola o viendo a otras personas jugar».

Hace tres temporadas no aguantó más y se federó. A nivel regional se dio cuenta que cumplía de sobra con un nivel pulido de forma individual e inevitablemente jugando más con chicos que con las compañeras con las que ahora compite.

Adaptación. A la hora de formarse, «no he ido a ninguna escuela ni me han enseñado». Su juego era el día a día del pueblo, «con chicos he jugado casi siempre e incluso ahora sigo entrenando con ellos en Soria y en Matamala». Se toma esa particularidad como un método de aprendizaje, «tienen mucho nivel y eso me hace mejorar».

Ya recientemente y tras un torneo mixto en San Esteban de Gormaz conoció al grueso de jugadoras que competían a nivel regional, «me convencieron y decidí dar un paso más». Son tres temporadas pero ya es una de las destacadas, «intento siempre competir y ganar, pero sobre todo me llevo una convivencia que antes no tenía».

Ahora con su primer entorchado regional se muestra convencida de intentar seguir evolucionando, «a lo mejor debo probar más cosas para seguir mejorando, pero sin presión». Porque el secreto de su éxito está en convertir una competición en su forma de divertirse.