"No vamos a participar del juego de trileros"

Ical
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El alcalde electo de la capital soriana cree que con un Gobierno socialista Soria dejará de ser "la hermana pobre de Castilla y León"

“No vamos a participar del juego de trileros"

De momento, no tiene rival político que le haga sombra. Su equipo humano, su exigencia a los demás y a sí mismo, su gestión en la ciudad y su don de gentes le han hecho revalidar la Alcaldía de Soria.  Carlos Martínez Mínguez (Soria, 1973) será  por cuarta vez consecutiva  alcalde de la ciudad, tras conseguir 12 de los 21 escaños el pasado 26 de mayo. Presume de estar donde quiere estar, que no es más que en otro sitio que en Soria y reivindicar sin importar el color político y sin ambages lo que su ciudad necesita. En el ámbito autonómico, considera al líder de Cs, Francisco Igea, una persona razonable, con quien el PSOE puede llegar a un punto de encuentro. Eso sí, dice, ellos no van a participar nunca es “en el compadreo, en el cambio de sillones, del juego de trileros de sí tu me apoyas en El Burgo yo te apoyo en la Diputación”.

¿Esperaba revalidar por tercera vez la mayoría absoluta?

Era el objetivo y, es verdad, teníamos un riesgo que era el exceso de confianza. Las sensaciones en los días de campaña electoral sí eran positivas con respecto a la marca del PSOE después de muchos años y también de confianza y respaldo al equipo. No era algo que nos ha sorprendido, pero lo hemos trabajado. La mayoría nos llena de responsabilidad y agradecimiento.

¿Será este su último mandato?

No se puede empezar una legislatura poniendo fecha al fin de la misma. Yo estoy en el sitio en el que quiero estar y estaré hasta que la ciudadanía me otorgue su confianza, ahora me resta retornarle esa confianza con proyectos, hechos y realidades. Y lo digo en plural porque este no es el proyecto de Carlos Martínez, sino el proyecto del PSOE y de Soria y de mucha gente que con distinta responsabilidad trabaja por ello.

¿Se ve usted de eurodiputado o aspira a representar a Soria en el Congreso o Senado?

(Ríe) No he hecho ningún tipo de proyección nunca porque, insisto, estoy donde quiero estar. Que hubiera tenido otras opciones es cierto, porque ocupando la Secretaría del PSOE durante mucho tiempo podría haber optado a otras responsabilidades de distinto nivel, ni mayor ni menor. Pero quisimos planificar una hoja de ruta en la que la apuesta por la ciudad era mi pilar. No he hecho proyección política de dónde voy a estar en el futuro.

¿Cree que su apoyo a Susana Díaz le debilitó en su carrera política?

No, estoy convencido de que no. Tenemos que normalizar poco a poco la democratización interna de los partidos y el libre posicionamiento con respecto a las distintas variables u opciones que se ponen encima de la mesa.  Es verdad que cuesta mucho, la resistencia al cambio es muy grande y cuesta mucho entender un proceso de Primarias como el del PSOE, que de cierta manera es nuevo y que en muchos partidos ni tienen ni se espera que en un futuro pasen por ello. Fíjese lo que le ha pasado ahora a Mañueco. Esta normalización en el que tú te puedas posicionar libremente en el partido se cierra, se cicatriza y estás donde tienes que estar. Es sumar en un proyecto político común que necesita escuchar las voces de territorios pequeños.

El día de las elecciones comprometió diálogo y no imponer el rodillo de la mayoría absoluta. ¿Mantiene su promesa?

No sabemos gobernar de otra forma, pero es verdad que cuando obtienes una mayoría o confianza mayoritaria la estabilidad política y la toma de decisiones te genera críticas por parte de la oposición. La alternativa a esa toma de decisiones, muchas veces, está en el entorpecimiento, en el retraso de muchos de los proyectos y no hay que confundir diálogo y participación, compromiso y rendición de cuentas y transparencia en la toma de de decisiones y la transversalización de las mismas con los agentes económicos y sociales, y la sociedad soriana con el gobierno, que tiene que tomar decisiones para no bloquear los proyectos. Durante la campaña, hemos visto a partidos que tenían ocurrencias pero sin proyecto para la ciudad y a otros cuyo argumento ha sido el retirar los apoyos al proyecto de Carlos Martínez. Por ejemplo, el tema de reordenar la plaza Mayor, que todo el mundo entiende que es positivo. Esto es el no por el no, y en una situación de minoría supone la ralentización, el retraso y los palos en las ruedas. En este caso se malentiende la labor de oposición y de hacer ciudad. Por eso, vamos a aplicar el máximo de los diálogos y la transparencia, pero lógicamente también tenemos que gobernar.

¿Cambiará algo el organigrama de las concejalías?

Tendremos una de Igualdad y todas velarán por el compromiso de hacer valer la agenda 2030 y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, porque son la línea de trabajo marco que tenemos que cumplir, y exigir a otras administraciones el retorno de políticas públicas de inversión. La estructura de trabajo también la queremos conformar con esa estructura 2030 con seis pilares. Cambiará  algo el modelo de desarrollo y la modificación de la relación de puestos de trabajo que deberán adaptarse para la consecución de los ODS.

¿Qué proyectos a grandes rasgos persigue en esta legislatura?

La revitalización del casco viejo, la muralla, el centro cívico de Santa Clara, la reordenación de la Plaza Mayor, la tercera fase de la márgenes del Duero, la depuradora. Apostaremos, de nuevo, por la cultura y el deporte como generador de riqueza, la revitalización de la Alameda y finalizar Valcorba. Tenemos el reto de abrir la prisión de Soria y la nueva Comisaría de Policía, de recuperar el actual centro penitenciario para convertirlo en recinto ferial y  Banco de España como centro de cultura. Asimismo, tenemos que seguir apostando por la  Soria-Castejón a través del lobby de municipios y por el plan de equipamiento de Las Casas.

¿Qué soluciones plantea para afrontar la despoblación en la capital?

Llevamos dos años de incremento, pero es cierto que no sirve de paliativo. Creemos que el generar oportunidades a toda la sociedad, garantizando el bienestar sea la clave. Queremos mantener una Soria viva en la que las inversiones generen músculo suficiente como para que la gente quiera residir y venir a vivir aquí. Queremos que vengan por la alta calidad de vida, por el bienestar de la ciudadanía. Además, hay otra línea de trabajo que es la internacionalización del problema y desarrollar una red de alianza con la Federación de Municipios y Provincias de España y el Consejo de Municipios y Regiones de  Europa para fijar la despoblación no como un problema de estado sino de estados a nivel europeo. Se trata de que las políticas transversales de inversión a nivel europeo a través de los fondos Feder  tengan una aplicación real en los territorios y obligue a cada unos de los estados miembros a aplicar unos planes de acción que hagan que realmente nos doten de las infraestructuras básicas para que tengamos una igualdad en el desarrollo. Esa labor la hemos hecho en los últimos cuatro años y la que seguiremos haciendo. Así, hemos conseguido que un cinco por ciento vaya destinado a corregir el reto demográfico; son 13.500 millones de euros que deben llegar a España y que esta tiene que distribuir entre las comunidades autónomas. Tenemos que estar atentos para exhibir nuestras debilidades económicas para que podamos competir por esos fondos.  

Durante la campaña el resto de fuerzas políticas plantearon dar una solución al tráfico en el centro, tras su peatonalización ¿En algún momento se ha planteado revisar esta situación?

Tenemos un plan de movilidad que está en exposición pública y he invitado a todos los grupos, con y sin representación, a revisarlo. Este nos marca los flujos de tráfico y peatones e invertir 70 millones de euros en 15 años para desarrollar grandes viales y tránsitos peatonales. Durante la campaña el debate no se centró en la movilidad de la ciudad, porque Soria es una ciudad fácil y por eso en consenso desarrollamos un plan de peatonalización que se hizo con el beneplácito de todos. El cambio a una ciudad peatonal en la que la Dehesa se ha convertido en un pulmón real es algo incuestionable. Esto ha sido objeto de debate por segunda vez y quien lo ha retirado de la confrontación ha sido la ciudadanía con su voto. Quienes no tienen alternativa se aferran al debate estéril que los sorianos ya han superado.

A Soria le falta músculo industrial. Hay quien pide dos fábricas en vez de una cárcel.

Yo quiero dos fábricas y una cárcel. Este último proyecto derivó del Plan de Amortización de centros penitenciarios que proponían el cierre de la cárcel de Soria o la apertura de uno nuevo, y el PSOE propuso la apertura del mismo porque suponía la pérdida de 190 puestos de trabajo y la apertura del nuevo la creación de 500 empleos, además, de los que no se deslocalizan y generan población. En Soria ha faltado política de suelo industrial durante mucho tiempo, y cuando lo comenzaba a haber hubo un cambio de Gobierno que frustró esta realidad y cortó de raíz la oportunidad que podíamos tener de salir al mercado a ofrecer suelo industrial para implantar empresas. El polígono de Valcorba ha estado siete años parado y a finales de este verano quedará resuelto. La Junta comprometió 35 millones de euros para desarrollar suelo industrial en 2005 y su promesa duerme el sueño de los justos. Vamos a intentar abrir la cárcel y atraer empresas.

¿Para cuándo la adaptación de los usos y costumbres de las fiestas de San Juan, cree que la sociedad soriana está preparada para ver dos mujeres o dos hombres como alcaldes de barrio?

Es un debate que no se puede afrontar en caliente y tiene que plantearse en sí se duplica la figura o no. El error de interpretación de las ordenanzas, que derivan de una modificación del año 2000 cuando yo era concejal de Festejos, planteaban por la invisibilidad de la mujer,  un jurado en paridad y, de este modo, de forma involuntaria, duplicamos la figura de alcaldía de barrio, que pasa a ser de dos personas y es hombre y mujer.  El debate no está en la relación sentimental o sexual porque hemos tenido padre, hija, hermanos, sino si seguimos duplicando la figura de hombre o mujer y obligamos a que tengan distinto sexo o se deja, por el contrario, que la alcaldía tenga idéntico género, pero sin entrar en el debate de discriminación. Los sanjuanes son sentimientos y estos hacen que nos salgamos de la razón y se pierda la perspectiva.

El PSOE ganó las elecciones en Castilla y León. ¿Ve justo que un pacto  PP-Cs le robe el gobierno?

De la misma manera que fue tajante cuando Rivera planteó que no apoyaría a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, en la Autonomía Igea planteó un cambio. Pervertir este compromiso un minuto después de las elecciones y con el resultado electoral de los castellanos y leones que han pedido después de 32 años un cambio, porque el PP no ha sabido dar solución a los problemas crónicos de esta región, es algo que tiene poca explicación. Es poco factible que vengan desde Madrid a imponernos una teoría que igual es coherente para ellos y con la que consiguieron la confianza de la ciudadanía, pero en las elecciones generales no en las autonómicas, y sería un engaño masivo decir una cosa hasta el 24 de mayo y el 27 hacer la contraria. Esto la ciudadanía lo castiga.

Albert Rivera ha fijado al PP como socio “preferente”, pero no cierra la puerta al PSOE. Igea está empezando a poner los puestos sobre las íes. ¿Qué le parece la condición de mandato a ocho años en los ayuntamientos donde e Cs llave?

Es curioso que pongan límites a los que ganan y no a los que pierden elecciones y de forma consecutiva. La autocrítica con quien no tiene el respaldo ciudadano es importante. Yo creo que el debate tiene que abrirse en el ámbito legislativo que corresponda; es algo que tiene que decidirse con el consenso de todos, y estoy convencido de que no se cómo sería visto por la ciudadanía que ha respaldado con el 51 por ciento de los apoyos de forma mayoritaria al PSOE que quiera echarme de Soria. Es uno contra el 51 por ciento de la sociedad soriana.

Querer es poder, ¿El PSCyL estaría en condiciones de cumplir las líneas rojas marcadas por Cs para formar gobierno sobre financiación, nacionalismos, corrupción, aforamientos..?

No conozco al detalle sus líneas rojas, pero Igea y De Lozar son personas razonables y en la búsqueda de un proyecto político de transformación de la sociedad soriana y castellano y leonesa podemos llegar a un punto de encuentro. En lo que no vamos a participar nunca es en el compadreo, en el cambio de sillones, del juego de trileros de sí tu me apoyas en El Burgo yo te apoyo en la Diputación porque es volver a una política caciquil y perversa que ningunea la voluntad de los ciudadanos y anula la elección democrática de los ciudadanos. Qué pensarán los votantes de El Burgo si el PP hace alcalde a Pardo para que luego le voten en la Diputación, cuando han sido los enemigos número uno.

En materia fiscal el PSOE y Cs chocan, ustedes apuestan por subir y ellos por bajar los impuestos ¿es un tema menor?   

En materia fiscal hablamos de una fiscalidad progresiva y justa de quién más tiene más pague y precisamente para equilibrar la falta de recursos de aquellas personas que no tienen como para poder adquirir servicios públicos y necesitamos administraciones fuertes para dar respuesta a estas personas que tienen necesidades. Planteamos que la fiscalidad se ajuste a la realidad para prestar los servicios públicos en igualdad de condiciones. Tenemos que generar servicios públicos para dar una calidad de vida, la ley de la selva a costa del débil no lo vamos a compartir jamás y creo que ese no es el modelo del señor Igea.

¿Cree que con un Gobierno autonómico del PSOE a Soria le irá mejor?

No podemos comparar el modelo autonómico del PSOE porque apenas duró tres años pero sí el nacional, y cuando gobierna el PSOE en Madrid a Soria le va mejor. En los últimos siete años de gobierno del PP la inversión en la capital ha sido cero. Solo destinó un millón de euros para indemnizar a la empresa que acometía las obra en la línea férrea para que dejara de hacerlo y otro millón de euros para garantizar la seguridad en la cárcel, cuyas obras paró. Los hechos y las evidencias son claras. A pesar de no ser fácil defenderemos nuestras prioridades, incluso con un gobierno del mismo signo político. Además, la presencia de Virginia será un puntal para Soria y nos apartará de eso de que nos reconozcan como la hermana pobre pero nos sigan castigando una y otra vez con los presupuestos autonómicos. Merecemos una oportunidad y esto no se puede cambiar por pactos oscuros de mesa camilla.