Clint Eastwood: 90 años de un icono 'made in USA'

Javier Romualdo (EFE)
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El cineasta cumple años convertido en un verso libre dispuesto a seguir enamorando con su séptimo arte en el que es un auténtico referente para jóvenes y mayores, no solo por su particular forma de entender el cine, sino de transmitirlo

Clint Eastwood: 90 años de un icono 'made in USA' - Foto: PETER FOLEY

Al tiempo, el estatus que gozaba le llevó a trabajar con Don Siegel, para quien encarnó al policía Harry Dirty Callahan en Harry el sucio, papel estrenado en 1971 que repitió en cuatro secuelas a lo largo de la década.

El mismo año Eastwood debutó como director con el thriller Escalofrío en la noche, que anticipaba su interés por los sentimientos y la psicología.

Pudo haber encadenado otro papel mítico en esa década, el de James Bond, pero lo rechazó porque el agente 007 debía tener acento británico.

A partir de los años 1980 se centró en su faceta de director con éxitos como El jinete pálido (1985) y El sargento de hierro (1986) que se combinaron con su interés por proyectos pequeños y temáticas minoritarias que lo apartaron del foco mediático.

Consiguió romper la etiqueta de "cine para machos" con Bird (1988), la biografía sobre Charlie Parker que ganó el Globo de Oro a la mejor dirección, y Los puentes de Madison (1995), que descubrió una faceta de romántico junto a Meryl Streep.

A lo largo de las décadas Eastwood ha sabido mantenerse relevante: Ganó dos Oscar, a la mejor película y al mejor director, por Sin perdón en 1992 y 12 años después repitió gracias a Million Dollar Baby.

Gran Torino (2008), Invictus (2009) El francotirador (2015) y Sully (2016) son su éxitos más recientes.

Verso libre y controvertido en política

Las opiniones de Eastwood y sus intervenciones en mitines del Partido Republicano le han otorgado su fama como el conservador por excelencia de Hollywood.

Es el hombre que apoyó a Nixon, a Reagan, a los Bush (padre e hijo), a Ross Perot, a John McCain y a Mitt Romney, aunque su aval más polémico fue el que dio Donald Trump en 2016, del que se ha ido alejando al criticar sus maneras hasta el punto de apoyar recientemente al demócrata Mike Bloomberg.

Cuando ha tenido oportunidad, Eastwood siempre se ha definido como moderado: Liberal en algunos asuntos (derechos civiles, matrimonio homosexual y movimiento #MeToo) y conservador en lo referido a la gestión y el gasto.

Un verso libre con su propio relato, en política y en la gran pantalla.