Casi trescientos camiones han pasado la noche embolsados en el área de la N-II en Arcos de Jalón, en sentido Madrid, aunque algunos llevan ahí retenidos desde el pasado viernes por la tarde cuando empezaron a desviar el tráfico pesado desde la autovía.

Así lo ha explicado el alcalde de Arcos, Jesús Ángel Peregrina, que ayer daba orden para llevar desde un restaurante de la localidad "caldo calentito a los conductores para que calentasen un poco el cuerpo".

Los camiones esperan retomar hoy su ruta, aunque todo va a depender de cómo avance la situación en Madrid, ya que los vehículos circulaban en dirección a la capital. "Hasta que no se solvente la situación en la capital no les van a dejar salir de aquí aunque la carretera ya está limpia", ha apuntado el primer edil.

Ayer por la mañana incluso se retuvo a los turismos que viajaban sin cadenas o neumáticos de invierno, hasta que por la tarde con la vía despejada les dejaron continuar su trayecto.