Al final por suerte quedó en un susto. El fuego originado anoche en la cumbre del Moncayo soriano, en término municipal de Cueva de Ágreda, lo apagó en torno a la medianoche el agua de la propia tormenta que con toda seguridad lo desató horas antes.
"Cayó un golpe de agua descomunal, con lluvia y aparato eléctrico", ha señalado hoy el alcalde Miguel Alonso. Según ha apuntado, "no era peligroso en sí, de hecho los pastores no le daban importancia". A falta de datos oficiales, el alcalde ha indicado que la superficie quemada, de matorral bajo y vegetación propia de alta montaña "pudo ocupar el espacio de un campo de fútbol".
El paraje es muy inaccesible, por debajo del pico San Miguel (2.315 metros) lo que, unido a la falta de luz y a la furete tormenta, imposibilitó la intervención de medios de extinción, según ha explicado Alonso.
no pudo intervenir ningún