El mundo laboral está en constante cambio ante una realidad empresarial y social que también registra un enorme dinamismo. Un fenómeno que requiere cada día de un mayor grado de especialización y análisis para ganar la carrera de la competitividad mediante las estrategias más eficientes de productividad y conciliación. Se trata de un nuevo contexto globalizado que hace uso de unas herramientas y una tecnología muy avanzada que permite superar los resultados tradicionales.

El reto de lograr una conciliación plena entre la vida profesional y la familiar, al tiempo que se trata de mejorar la productividad, resulta una tarea muy complicada que, desde hace más de una década, los expertos en recursos humanos, llevan estudiando a fondo para aplicar sus investigaciones en la mayoría de las actividades productivas.

Las empresas más innovadoras manejan unas claves muy importantes fruto de un minucioso trabajo de profesionales muy cualificados en esta materia, en las que se analiza cada línea de negocio, la rentabilidad de la compañía o la fuerza de aspectos tan destacables como, por ejemplo, la digitalización, la formación, el coaching y, especialmente, el comportamiento de los trabajadores ante mecanismos que imprimen presión, confianza y creatividad.

En España, el 49,55% de los trabajadores no pudo modificar en 2019 su jornada laboral para poder asumir responsabilidades relacionadas con el cuidado de otras personas, según refleja el módulo sobre conciliación entre la vida laboral y la familiar de la Encuesta de Población Activa (EPA).

Según un análisis de Adecco, el 67,8% de los asalariados tiene problemas para conciliar su vida laboral con la familiar o personal. Este porcentaje sube si la persona encuestada es mujer y madre, ya que ocho de cada 10 empleadas se enfrenta a problemas de conciliación y corresponsabilidad. Del total de trabajadoras que están acogidas a algún tipo de medida de conciliación en España, alrededor del 70% son operarias.

Las conclusiones de los profesionales de organización y conciliación sostienen que el éxito llega de la mano de una estrategia de trabajo flexible, acomodada a las necesidades reales tanto del empleador y como del trabajador, incluso en negocios que resultan muy absorbentes y que precisan atender a un gran número de variables como, por ejemplo, clientes, proveedores, personal, vigilancia constante de los costes, gestión de las facturas y de los pedidos e, incluso, la caja, las nóminas y los impuestos, así como un sin fin de tareas más que requieren de una plena dedicación. Es imposible que un responsable pueda llevar una actividad de esta envergadura con solvencia si precisa controlar cada uno de los detalles mencionados.

Sin embargo, si decide delegar parte de sus funciones, ofrecer una mejor formación a sus empleados y garantizarles una proyección profesional acorde a su valía, el negocio se gestionará de una forma mucho más sencillo y eficiente.

En este contexto, los analistas tienen claro que para poder conciliar, para que toda empresa mejore su productividad y se garantice una mínima rentabilidad se debe evaluar en primer lugar cada una de sus líneas de negocio, tal vez, reducirlas o, incluso, mejorarlas.

Como ejemplo, los especialistas en conciliación ponen el caso de un hostelero que se preguntó cuántas líneas de su negocio eran rentables y, tras un examen de eficacia, decidió cerrar a partir de las cinco de la tarde observando que ganaba mucho más, que el personal estaba más activo, con mayor implicación y dedicación, y que no era necesario aumentar las horas para tener más beneficios. La experiencia le demostró que ir al límite es una práctica errónea que reduce las posibilidades de crecimiento y se lleva una buena parte de las ganancias del negocio.

AuditorÍas

Cada vez más empresarios recurren a auditores para que les analicen dónde tienen que cambiar, qué líneas desechar, a qué trabajadores apoyar y cómo eliminar los costes de actividades que no son rentables.

La idea de que el tiempo no tiene coste es errónea, lo importante es analizar la rentabilidad desde la gestión de los recursos y saber que flexibilizar y delegar son las principales estrategias para el éxito de una empresa. Los nuevos perfiles de emprendedores son aquellos que se muestran proactivos, escuchan a su alrededor, favorecen el talento y la felicidad de sus empleados y son capaces de asumir cambios para crecer y reconvertirse sin miedo al fracaso o a las crisis.

Los expertos recomiendan cambiar la forma en la que evaluamos las horas que invertimos en los diferentes ámbitos de la vida y hacer una valoración por temporadas en lugar de a analizar las dedicadas al trabajo y cuántas a la relajación.