La presión sobre Johnson crece tras desvelarse una nueva fiesta

Agencias
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La prensa destapa la participación del primer ministro en un acto de despedida de un asesor en Downing Street en diciembre de 2020, cuando las restricciones impedían esas celebraciones

Ya no es una, ni dos, ni cinco... Al menos en una decena de fiestas celebradas durante la pandemia y con restricciones sociales en el país han puesto al primer ministro, británico, Boris Johnson, en la cuerda floja. Y es que su participación en estos festejos, todos ellos con la residencia oficial de Downing Street como escenario, ha desatado la indignación de la ciudadanía, de la oposición y de algunas voces de su propio partido, que podrían acabar llevándole a una moción de censura u obligarle a dimitir.

La última polémica llegó tras la publicación en el diario Daily Mirror de una fiesta a la que asistió el premier para despedir a su asesor de Defensa, el capitán Steve Higham, en vísperas de la Navidad de 2020, cuando la población tenía que acatar duras medidas, como la prohibición de reuniones, por la COVID-19.

Según este periódico, Johnson pronunció un discurso en el evento -a mediados de diciembre de 2020- y estuvo en el lugar de la fiesta «durante unos minutos» para agradecer a Higham los servicios prestados en un acto que también contó con un «número pequeño» de empleados de Downing Street.

Esta información se suma a las desveladas por varios medios de comunicación sobre fiestas irregulares en la vivienda del primer ministro, una de las cuales fue admitida por el político conservador, quien la semana pasada pidió disculpas a la ciudadanía por ello en una sesión en la Cámara de los Comunes en la que la oposición pidió su dimisión.

A pesar de todo, el ministro de Educación, Nadhim Zahawi, aseguró que Johnson está «seguro» en su cargo y que continuará al frente del Gobierno, al tiempo que indicó que «es humano y comete errores». 

«De hecho, ha pedido disculpas y se ha puesto a disposición del Parlamento porque esa es nuestra democracia parlamentaria», agregó.

Por su parte, la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, reiteró su llamada a que el mandatario salga del Ejecutivo. «Parece que violó gravemente las restricciones por el coronavirus», explicó, remarcando que, sin embargo, «lo más importante para alguien de su posición es que aparentemente no ha sido honesto y sincero sobre esto».

En la misma línea, el líder de los conservadores escoceses, Douglas Ross, lamentó el comportamiento de su compañero de formación y cuestionó a la cúpula del bloque tory «cómo pueden pedirle a alguien que vote por un partido dirigido por Boris Johnson».