Hong Xin Ye, de dieciséis años, permanecerá en cuarentena hasta el día 17 de febrero, al igual que su madre, "por precaución y por el bienestar de todos los vecinos de Almazán", confiesa, pero en su viaje de regreso pasaron todos los controles sanitarios pertinentes.
Llegaron el pasado 4 de febrero a España, procedentes de Zhejiang, a más de 1.000 kilómetros del epicentro del coronavirus. En China permanecen aún su padre y sus dos hermanos, de 4 y 8 años, que no pudieron regresar con ellos porque los vuelos de regreso estaban completos.
La familia vive desde hace 10 años en Almazán, donde regentan un bazar, y los vecinos comprenden su situación y afirman que "nunca se han sentido en peligro"