En las dos últimas temporadas el Numancia B ha disputado el playoff de ascenso a Segunda B. En ambos casos cabe destacar el trabajo de la cantera rojilla a cargo de Alejandro Huerta, ahora segundo entrenados del primer equipo y de Pablo Ayuso, campeón de la División de Honor Juvenil y ahora técnico del filial.
Ayuso afronta su segundo año al frente de este equipo pero lo hace con un mensaje muy distinto, «aunque últimamente hemos peleado por el ascenso a Segunda B, ahora hemos dado un cambio en cuanto a los jugadores que buscamos», asegura, «ahora la plantilla es más joven, hemos incorporado a muchos juveniles con una gran progresión por delante y lo que queremos es que se queden mucho tiempo en el club y puedan llegar al primer equipo en el futuro».
Este modelo de transición puede facilitar el nutrir jugadores al primer equipo, «los más experimentados ya entrenan habitualmente con Manix Mandiola», recuerda, «ahora solo hay un salto de categoría y somos conscientes de que la plantilla del Numancia es más corta». Por esta razón «quizás pueden estar más preparados para dar el salto y ese es al final el objetivo de las categorías inferiores del Numancia».
Por el momento se centran en poder disputar con normalidad su temporada en Tercera División. En apenas un par de meses ya han tenido que realizar un breve parón tras los positivos que se produjeron en la residencia del equipo.
Sin continuidad. El Numancia B, como todo el mundo del deporte, se tuvo que adaptar el pasado verano a una preparación sin precedentes, «durante la pretemporada más o menos pudimos trabajar como suele ser habitual». El hecho de contar con varios jugadores que procedían del juvenil hicieron más fácil esa labor, «los que estaban ya consolidados en el filial hicieron la pretemporada con el primer equipo pero a eso estábamos acostumbrados».
El brote que se producía en la residencia sí que fue un imprevisto mucho más grave, «por suerte no fueron casos graves», aclara Ayuso, tuvimos que aislarnos dos semanas cuando el resto de equipos ya entrenaba con normalidad», mientras todos sus rivales completaban hasta cinco partidos de competición, el filial rojillo solo había disputado dos.
El pasado fin de semana volvían al terreno de juego y perdían su primer partido con el Real Ávila, «creo que notamos la falta de entrenamiento pero es algo que le puede pasar al resto de equipos». Es la filosofía de Pablo Ayuso dar normalidad a cualquier circunstancia que pueda afectar al equipo. Esta idea la traslada a su día a día y a su principal objetivo, que dentro de unos años muchos de esos jugadores puedan dedicarse al fútbol de forma profesional.
Estilo. Como suele ser habitual, Pablo Ayuso habla mucho con Manix Mandiola, «además este año colaboro como analista del primer equipo». En esas conversaciones, el técnico vasco solo ha establecido algunos matices que puedan ayudar a la adaptación de los jugadores a la primera plantilla, «nos da libertad, aunque también usamos conceptos que puedan ser utilizados si algunos de ellos juega para el Numancia».
Ese es el principal motivo de haber rejuvenecido al equipo, «es verdad que hay menos experiencia para competir en Tercera División pero a su vez asimilan muy bien lo que queremos». Una idea de juego que hace que a pesar del descenso del Numancia, la cantera no haya perdido su atractivo, «hemos conseguido a los jugadores que queríamos porque este modelo de cantera sigue siendo muy respetado en el fútbol español».
Esta temporada no se marca resultados deportivos, «pero estoy seguro que si hacemos las cosas bien podremos tener una buena posición». Su única meta es «que muchos jugadores puedan vestir la camiseta del Numancia, no miro más allá». Una filosofía ya conocida pero que en los últimos años ha dado también grandes resultados a la base. Veremos si pueden repetir éxitos..